La lucha de las camareras de piso: Entre la sobrecarga laboral y las superganancias empresariales

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En el corazón de la industria hotelera, las camareras de piso enfrentan una realidad que oscila entre la sobrecarga laboral y las superganancias de los empresarios. La organización Kellys-Se Acabó ha revelado datos alarmantes sobre el aumento del 20% en la carga de trabajo de estas trabajadoras en los últimos años, desencadenando consecuencias nefastas para su salud y bienestar. Sin embargo, la misma carga de trabajo que afecta a las camareras también impulsa las superganancias de los empresarios, que se benefician de la reducción de personal.

Impacto económico de la sobrecarga laboral:

El informe de Kellys-Se Acabó destaca que con el trabajo de 5 camareras de piso, la empresa ahorra el costo de emplear a una trabajadora adicional. Si extrapolamos esta situación a las 17,000 camareras de piso en Canarias, la patronal se ahorra contratar a 3,400 personas. En términos monetarios, esto se traduce en un ahorro sustancial para las empresas, con un sueldo bruto anual de 76.8 millones de euros. De este total, 49.8 millones van a salarios netos, mientras que 27 millones, destinados a cotizaciones a la seguridad social e IPRF, dejan de ingresar en las arcas correspondientes.

La propuesta de Kellys-Se Acabó:

Frente a esta realidad, Kellys-Se Acabó propone una solución clara: disminuir la carga de trabajo mediante la contratación adecuada de 3,400 camareras de piso. Esto representaría solo el 0.5% de las ganancias proyectadas de los hoteleros para el año 2023, estimadas en 10,600 millones de euros. En comparación, dos días de huelga podrían costar a los empresarios 58 millones de euros. Esta propuesta no solo aliviaría la carga laboral, sino que también mejoraría la calidad del trabajo y, en última instancia, satisfaría a los turistas.

La importancia de la acción colectiva:

Kellys-Se Acabó hace un llamado a la acción colectiva y convoca a todos los sindicatos a unirse a la manifestación programada para el 12 de enero. La unidad de las trabajadoras es vista como la clave para lograr reivindicaciones significativas. La organización sostiene que, mediante la movilización y la defensa de sus derechos, las camareras de piso pueden afirmar con fuerza: «No somos esclavas, estamos por nuestros derechos».

Sindicalistas de Base decían en la jornada técnica del pasado 6 de octubre:

A cualquier asociación de camareras de piso de este país le preguntas ¿qué quieren? y te dicen el 18 y el 38 de Tenerife para hacer las evaluaciones de ergonomía (posturas forzadas, movimientos repetitivos, manipulación de carga física, riesgo psicosocial), y desde 2018 hemos incluimos la pieza que faltaba: medición expresa de tiempo de los controles de trabajo y acuerdo de regulación de un trabajo de camareras de piso. A un compañero de la clínica Quirón, que no es de los que están aquí hoy, hizo una exposición magnífica en una jornada que asistí del Colegio de Graduado Sociales, le hice una pregunta y me dice “lo has clavado”.

Pero ¿hay algún empresario que te haya hecho caso? Ni uno tiene firmado un acuerdo de evaluaciones, eso sí, quitar multas de esas para la Inspección, ahí sí. ¿Quién ha hecho una medición expresa de tiempo -yo no voy a decir el nombre- pero aquí hay un técnico de prevención que estuvo durante 4 meses midiendo tiempos en un hotel concreto de una cadena hotelera?

El día que subió al despacho del Director de Operaciones para explicarle los resultados, éste último le preguntó: ¿Y eso cuánto es? Le contesta el técnico de prevención: cinco camareras de piso más. El Director le dice: ¡Anda, anda! y se acabó la medición de tiempo… eso es una inversión los empresarios tienen que hacer: un 30% de incapacidades en el departamento de piso pues seguirá el problema…

Fallecimiento de María Belén López, una camarera de pisos

El fallecimiento de María Belén López, una camarera de pisos, debido a un ataque al corazón mientras trabajaba. Con 45 años, dejo a dos niños, generando indignación en el sector.

Las Kellys, camareras de pisos en el sur de Tenerife, han denunciado condiciones laborales deplorables, con jornadas extenuantes y presión para limpiar hasta 30 habitaciones en 8 horas. El trágico suceso en el hotel donde trabajaba López evidencia la falta de consideración hacia las Kellys, con el hotel operando normalmente tras su muerte.

El colectivo Kellys, subraya la problemática recurrente en toda España. El estrés y la carga laboral excesiva son constantes, recordando que las camareras de piso no son solo «mulas de carga», sino madres, amigas y vecinas.

La sociedad debe tratar a las Kellys con respeto y dignidad, exigiendo mejoras laborales urgentes. La historia de la Sra. López no es aislada; la necesidad de reformas en el sector hotelero para garantizar seguridad, bienestar y dignidad. Es crucial tomar medidas concretas para evitar jornadas inhumanas y proteger la salud y vida de las trabajadoras.

Segunda manifestación convocada por Kellys-Se Acabó

La Segunda Manifestación convocada por Kellys-Se Acabó no solo busca visibilizar la problemática de las camareras de piso, sino también poner de manifiesto la necesidad imperante de un cambio en las condiciones laborales de este sector. La lucha contra la sobrecarga laboral no solo beneficiaría a las trabajadoras, sino que también enviaría un mensaje claro a los empresarios: es hora de respetar y valorar el trabajo de quienes contribuyen al éxito de la industria hotelera. La unidad y la acción son las herramientas fundamentales para lograr este cambio necesario.

En cada paso que dan, en cada pancarta que levantan, las manifestantes exigen más que simplemente un reconocimiento superficial. Buscan un cambio real, una revolución en las condiciones laborales que les permita trabajar con dignidad y respeto. La sobrecarga laboral no es solo una carga física, es una carga emocional que llevan día tras día. Pero ahora, están unidas y fuertes, para romper esas cadenas.

Esta lucha no solo es por las valientes mujeres que sostienen la industria hotelera con su esfuerzo diario, sino también por un principio fundamental: el respeto al trabajo. Es hora de que los empresarios reconozcan que ellas son la columna vertebral de sus éxitos. No son simplemente trabajadoras invisibles, son guerreras que merecen ser valoradas.

La unidad es su fuerza, la acción es su camino. Están aquí para demostrar que juntas son imparables. Cada voz que se une a este coro de cambio es un eco que resuena en los pasillos de la justicia laboral. No están pidiendo favores, están reclamando lo que merecen.

Entonces, empresarios de la industria hotelera, escuchad este mensaje alto y claro: el tiempo del cambio ha llegado. La Segunda Manifestación de Kellys-Se Acabó es el inicio de una nueva era. Una era donde el respeto y la dignidad son la moneda de cambio. ¡Unámonos, luchemos y cambiemos el destino de las camareras de piso! ¡Se acabó la opresión, se acabó la injusticia, se acabó!

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