La justicia perdona los préstamos pedidos por una vecina de Mancor de la Vall para los gastos hospitalarios de su hija
Los altos gastos hospitalarios de su hija llevaron a esta madre a enfrentar una dura realidad: solicitar diferentes créditos y dejar su empleo para dedicarse al cuidado de su ser querido. Anteriormente, su ex marido había sido responsable de los gastos familiares y de los créditos, pero tras el divorcio, estos compromisos recayeron sobre ella, cuyos ingresos eran mínimos.
La carga financiera se hizo insostenible hasta que, gracias a la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, descubrió la Ley de Segunda Oportunidad, aprobada en 2015. Con el apoyo legal de la asociación, optó por declararse insolvente y comenzar los trámites correspondientes. Laura Muñoz, una representante de la asociación, explica que informaron al juzgado competente sobre la situación del asociado con el preconcurso de acreedores, lo que resultó en un alivio económico inmediato al detener los pagos a los acreedores y los embargos pendientes.
Sin embargo, acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad implica cumplir ciertos requisitos, como demostrar insolvencia, no haber sido exonerado en los últimos cinco años y carecer de delitos socioeconómicos. Una vez verificadas estas condiciones, el juez encargado del caso dictó una resolución definitiva el 5 de marzo de 2024, concediendo el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), liberando a la deudora de una carga de 20.668 euros.
Esta sentencia favorable en la vida de la madre mallorquina, pues los acreedores ya no pueden exigir más pagos ni incluirla en registros de morosos. Este caso se suma a las casi 70 sentencias favorables obtenidas por la Asociación de Ayuda al Endeudamiento en 2024, demostrando el impacto positivo de la Ley de Segunda Oportunidad en los tribunales del país y brindando esperanza a quienes enfrentan dificultades financieras abrumadoras.
