Es la estafa de toda la vida… se repite una y otra vez, siglo tras siglo

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El valor del dinero de hoy es como el que teníamos hace 37 años… solo que además, muchos bienes, como por ejemplo los inmuebles, son muchísimo más caros.

Mientras la inflación alcanza el 9,8% según el Instituto Nacional de Estadística (INE) especialmente por la subida de la electricidad, los combustibles, alimentos y productos de consumo diario, se disparan los precios de las nuevas construcciones y se baten récords de venta de casas de lujo en Baleares.

La inflación es la forma más rápida de robo legal al bolsillo del ciudadano, tanto estatal como de los buitres económicos favoreciendo, a su vez, que los que posean más recursos económicos puedan hacerse dueños de todo lo que tenga mayor valor de quienes sufren la pérdida de poder adquisitivo.

Y claro, en nombre de la paz social, ya no suele, en nuestras acomodadas sociedades, la sangre llegar al río, salvo que que decidan hacer una guerra los ‘machos alfa’ de ciertos estados con poder armamentístico para controlar sectores económicos en juego.

Debería bastarnos observar la hemeroteca desde 1929 para entender qué deberíamos hacer, pero solo lo hacemos para repetir una y otra vez los mismos errores: Dejar que los oligarcas comercien con la vida y posesiones de los inocentes para enriquecerse más.

Lo increíble es, que con los niveles de información y capacitación intelectual de hoy en día, la reacción del ciudadano de a pie sea tan pasota, de hecho, roza lo cobarde, es como si nos hubieran desprovisto de la conciencia y el valor de luchar por un mundo mejor, nos han anestesiado a base de hedonismo fácil, incluso están diluyendo en lo absurdo los conceptos de familia, género y realizando una tergiversación del significado del lenguaje a niveles orwellianos.

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