Desafiando la simplificación: Explorando los matices en la política y la manipulación
El truco lógico más utilizado por los políticos y manipuladores: La dicotomía.
Se basa en argumentar sólo con dos alternativas, véase, sí o no, verdad o mentira, blanco o negro, amigo o enemigo, cuando la realidad puede ser verdad en parte sí, en parte no, o ser ni negro ni blanco, ni amigo ni enemigo.
Esta falacia, la preferida de los tramposos, aprovechan la falta de tiempo para procesar la información o la carencia de energía mental suficiente para ello en un mundo lleno de vampiros mentales, con la intención en un momento dado, de simplificar y estereotipar muchos aspectos de nuestras vidas provocando una respuesta excluyente, es decir, si no apoyas un determinado pensamiento, opinión sobre alguien, programa, política o partido, estás apoyando a mis enemigos («si no estás conmigo estás contra mí»).
Por eso es tan fácil engañarnos, basta que me disfrace del estereotipo contrario a las ideas irracionales que tienen hacia una persona o grupo concreto de éstas, por ejemplo, de un posible nicho de votantes, para tener un rebaño de acólitos que han dejado de pensar y observar la realidad como realmente es.
Francamente, para que este mundo mejore precisamos un mayor compromiso individual para abordar la realidad de forma más analítica y objetivamente.
El daño moral y personal que podemos hacer a los demás por no tener un compromiso ético con nosotros mismos antes de hacer un juicio sobre una causa, persona o situación, lo vemos reflejado, muchas veces, en esta, en parte, cínica e hipócrita sociedad.
Para tener una mente sana, hacen falta inteligencia, cultura y valores éticos.
Ahora, antes de salir a la calle para comprobar lo difícil que es intentar encontrar personas que destaquen en esas tres cosas a la vez, mírese en el espejo un rato a solas y, no olvide, darse la vuelta un par de veces.
Muy buen artículo, a ver si la gente, es decir, todos, reconocemos el mundo de mentiras y farsantes en el que estamos envueltos.