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Editado por AMC Digitales/Grupo Periódico de Baleares/Palma de Mallorca/Islas Baleares/España/2024

«La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.» – Roger Martin du Gard

Somos ignorantes convencidos de no serlo, es decir, un homo sapiens sapiens que no sabe lo mucho que no sabe

Interactuamos sin garantías de saber lo que realmente expresamos, se interpreta o acontece porque nos agota una comunicación real con los demás, ya no tenemos tiempo ni energías psíquicas para hacerlo, todos vamos frenéticamente escribiendo mensajes incompletos y faltos de auténtico sentido en un chat.

Chapuza mente

Comunicarse, desde la honradez con uno mismo al entender la ingente cantidad de sesgos y limitaciones de la chapuza que es nuestra mente, con medios telegráficos, es compartir un conjunto de equivocaciones de forma que se puede, incluso, llegar a un consenso con otros, más o menos convenientemente, para aparentar que no lo son, mensajes incompletos, finalmente, por pura supervivencia psicológica en las redes digitales…

Vida interior pantalla

Tu vida interior, tras una pantalla, es comparar una imagen perfecta e idealizada de uno mismo con un infinito de piezas de un puzle siempre incompleto… en la intimidad del pensamiento te puedes creer único, inigualable, no precisas ser más grande o inteligente, ni llamar la atención en tiempo real, sólo ser tú en armonía con tus esquemas de la realidad que evolucionan a otros para percatarte, finalmente, que ya no coinciden con el que eras hace unas horas, un día, un mes, un año… ni eres el que serás reidealizado.

La información que damos de nosotros no es su contenido original, podría ofrecerte el mejor libro de sabiduría en chino cantonés y no serviría de gran cosa si no dominas ese gran idioma… la información es el resultado de una interacción adecuada de emisor, receptor, medio, proceso y contenido… todo depende de la complejidad del algoritmo interpretativo subyacente en relación a quien le compete.

Falta de empatía

Tu comunicación, a veces, es en gran parte un fluido de mensajes que no has sabido liberar del sesgo, la intolerancia, obsesión o falta de empatía, luego no esperes que lo entiendan otros, tanto a nivel interno como externo, por eso es tan importante ampliar las miras y flexibilizar tu filosofía de existencia hacia la comprensión de que vivimos en un mundo compartido, a menudo virtualmente, resultado de infinitas posibilidades que lo único que hacen es añadir «ruido» en la mente.

Así, todo concepto que incorpores a tu entendimiento que no sirva para «conectarte» lo más ampliamente con el universo interno y exterior, no será transmisión de información fluida, viva… será una imposición limitante de sesgos y filtros de la realidad para hacerla apenas soportable a tu ego.

Vivir es sentir que formas parte de aquello que alcanzas al superar los límites y filtros del entendimiento, así como de creencias e ideas, pero aceptando que somos una permanente interacción evolutiva y no, por mucho que nos empeñemos, en un limitado perfil de Facebook, Instagram o linkedin desde el cual, algunos, te despellejan o tu crees dar una versión «retocada» de ti mismo.

Incluso algunos creen haberse comunicado realmente con un mensaje de whatsapp… ¿será por eso que desde que existen este tipo de interacciones se han multiplicado los riesgos de malos entendidos?

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