Uno de los aspectos de relevancia a la hora de la enseñanza y estudio del canto es el punto de unión entre el PROFESOR y ALUMNO.
La pedagogía del canto debe ser una verdadera vocación, si no se siente AMOR y PASIÓN por ella difícilmente podrá llegar a los corazoncitos de esos grandes y diminutos seres que anhelan cultivar el alma, experimentar emociones, aprendizajes y sentir la belleza de la música en todo su ser.
Todo buen maestro debe saber cantar, tener conocimientos musicales y fisiológicos sobre el mecanismo vocal, buen oído, sentido crítico, PACIENCIA, entrega de sí mismo y sinceridad. Poseerá grandes cualidades como la INTELIGENCIA EMOCIONAL y PSICOLOGÍA durante el proceso de enseñanza.
El preceptor tratará de conocer la personalidad de cada alumno, sus esfuerzos y debilidades. Será comprensivo y le dispensará de ilusión, estímulo y coraje durante su recorrido y evolución. Reconocerá sus progresos, realzará su autoestima, superación y seguridad en sí mismo.
Deberá trazar una metodología interesante y divertida a través de un método teórico y práctico, de un aprendizaje significativo y desde el feedback. Le dotará de total autonomía desde un ambiente distendido, divertido, acogedor y armónico.
Todo alumno seguirá su ritmo y plan de estudio según sus capacidades. Será de suma importancia conocer su salud y cualidad de voz, su oído, musicalidad, su nivel de técnica y sus metas antes de emprender el camino con él.
El discípulo vivirá el proceso con total confianza y fe ciega en su maestro. Ha de vislumbrar que el aprendizaje se convertirá en una montaña rusa, de altos y bajos, de crecimiento y estancamiento, de entusiasmo e incertidumbre, pero siempre con el convencimiento de que llegará la superación y el éxito. Sugerirles que el método más eficaz de llegar a percibir sus defectos, acostumbrarse a su voz, a darse cuenta de sus logros, asimilar mejor sus conocimientos, comprobar sus avances y discernir mejor la técnica será a través de la grabación de sus clases.
La voz necesita madurar y es por ende que la paciencia y la cautela se convertirán en el camino más seguro para afianzar una técnica que asegure el manejo y el dominio de la voz. La palabra mágica será TIEMPO y NO TENER PRISA. Pero si algo estoy segura es del éxito indiscutible. Todo dependerá de ellos, de su inteligencia, habilidades, seriedad en el trabajo, responsabilidad, su capacidad para asimilar conceptos y su ASIDUIDAD. Hacerles entender que la felicidad está en el camino y que ese será el resultado del verdadero triunfo.
En pocas palabras, mi único anhelo es poder inculcar a mis propios alumnos toda mi experiencia y sabiduría, ayudarles a poder alcanzar sus metas, que ellos mismos puedan encontrar un mundo de expresión, que experimenten nuevas sensaciones, emociones, ilusiones, esfuerzo, esperanza y experiencias inolvidables, siempre con las mismas ganas de lucha y todo sea por arrancarles una sonrisa día a día y seguir aportando un granito de arena en sus vidas. Hacerles sentir y vibrar con la música. En definitiva, llegar a cada uno de sus corazones y convertir la docencia en algo tan puro como la palabra AMOR.
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