🔴 El Aeropuerto Internacional de Denver fue escenario de momentos de alta tensión la tarde del jueves 13 de marzo, cuando el vuelo 1006 de American Airlines, un Boeing 737-800 con 172 pasajeros y seis tripulantes a bordo, se vio envuelto en un incidente que mantuvo en vilo a todos los presentes.
La aeronave, que había despegado de Colorado Springs con destino a Dallas-Fort Worth, experimentó vibraciones inusuales en uno de sus motores, lo que obligó a la tripulación a desviar el vuelo y realizar un aterrizaje de emergencia en Denver alrededor de las 17:15 horas locales.
Tras un aterrizaje controlado, la situación tomó un giro alarmante. Mientras el avión rodaba hacia la puerta de embarque, uno de los motores se incendió repentinamente, desatando el pánico entre los pasajeros. Las llamas y el humo denso que emanaban del motor afectado obligaron a una evacuación inmediata. Los pasajeros, siguiendo las instrucciones de la tripulación, utilizaron los toboganes de emergencia para abandonar la aeronave, mientras que otros, en una imagen que refleja la desesperación del momento, se vieron obligados a desplazarse por el ala del avión para ponerse a salvo.
Videos y fotografías capturados por testigos y pasajeros rápidamente inundaron las redes sociales, mostrando escenas de caos controlado: personas deslizándose por los toboganes, aglomerándose en las alas y corriendo por la pista, todo ello mientras los equipos de emergencia del aeropuerto se apresuraban a sofocar las llamas que envolvían el motor derecho de la aeronave.
Afortunadamente, y gracias a la rápida respuesta de la tripulación y los servicios de emergencia, no se reportaron heridos de gravedad. Sin embargo, doce pasajeros fueron trasladados a hospitales locales para una evaluación médica debido a lesiones menores, como inhalación de humo y contusiones leves.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas exactas de este incidente. Mientras tanto, American Airlines emitió un comunicado expresando su agradecimiento a la tripulación, al personal del Aeropuerto Internacional de Denver y a los equipos de emergencia por su rápida y efectiva actuación, que garantizó la seguridad de todos los ocupantes del vuelo.
Este suceso pone de relieve, una vez más, la importancia de los protocolos de seguridad y la preparación del personal aéreo para enfrentar situaciones de emergencia, garantizando la integridad y bienestar de los pasajeros en circunstancias críticas.
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