✍Francesc Jusep Bonnín
¡Ay! las cosas del alma.....
esas que te recorren
con escalofríos,
en esta espalda ancha
donde descargamos
todos los problemas y los amoríos.
¡Ay! esa nostalgia..........
de cosas que hicimos,
y en lugares de ensueño
de paz y de calma
también se nos cuelan
vulgares ladrones
hasta los rincones
de esa triste alma.
¡Ay! ese camino
que un día empezamos
y que muchas veces
desvía el sendero,
no hay nada seguro
más que el otro barrio,
que alguien me lo cuente
si llega el primero.
¡Ay! esas curvas suaves
envueltas en soles,
esas tiernas carnes
que a pasear me llevan,
esos mil amores,
primeros, tardíos,
los que me olvidaron
o los que aún me esperan.....................
¡Ay! esa estrecha calle....................
donde fue testigo
la oscura farola
de ese beso suave
en un triste otoño,
ese primer beso
lluvia y amapola.
¡Ay! esa gris mañana
que andas a destajo ................. cuando
te despierta el cansino ruido
de una alarma torpe
que no se preocupa,
que no se da cuenta
de que estás dormido.
¡Ay! El olor a gente .....................
ya desparramada
entre la ciudad
buscando cobijos,
hormigas de guerra,
enjambres de locos,
que pasan sin otra
de padres a hijos.
¡Ay! el alma
cuantas cosas guarda
que nunca sabremos
ni sabrá el amigo,
ni sabrá la lluvia,
la mar,el sendero,
ni sabrá mi alma,
el .......¿porqué?....
lo digo.
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