El Opus Dei -Obra de Dios, en latín- es una institución jerárquica de la Iglesia católica, una prelatura personal, que tiene como finalidad contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia. ¿Qué significa “Opus Dei”? “Opus Dei” significa “Obra de Dios” en latín. Opus en latín significa TRABAJO, nos encontramos pues ante la inmensa LABOR “evangelizadora” de la Iglesia.
La Obra Cultural Balear, que de balear no tiene nada, es otra “obra” más impositora que evangelizadora, tal vez las dos cosas juntas. Entidad fundada en 1962 “con el objetivo de defender y fomentar la lengua y cultura propia de las Islas Baleares”. Sin embargo, el verdadero objetivo fue “promocionar la lengua catalana, su cultura y la defensa del derecho al pleno autogobierno” y sigue siéndolo.
Exactamente, la Obra Cultural Balear se fundó el 31 de diciembre de 1962, fecha en que se conmemora la entrada del rey Jaime I en la ciudad de Palma, fecha rebuscada para reforzar unos principios fundacionales y unos objetivos propios de un imperialismo. Y criticamos Rusia, que históricamente ya formaron parte las tierras de Ucrania de la Federación Rusa desde 1921 hasta 1991 (Estado Oriental de la Rus de Kiev), cosa que no ocurrió nunca con las tierras isleñas respecto al Noreste Peninsular, ni viceversa.
Consecuentemente, carecen de fundamento y raíz histórica todos aquellos argumentos que nos recuerda constantemente “la obra” hasta el punto de mencionar “catalán de Mallorca” refiriéndose a la lengua.
Por cierto, una lengua, la de Mallorca, con gramática propia, reconocimientos acreditados, lengua madre y sillón en la RAE. Ridículo y patético.
Parece ser que al principio de su creación se dedicó más al movimiento de resistencia al franquismo que a defender la cultura balear, tal como reza su título como Entidad.
En tiempos de la Transición, luchó por el reconocimiento oficial del catalán y de su cultura, organizó cursos de lengua y cultura catalanas, apartó aquellas expresiones populares para sustituirlas por otras, despreciando la gramática de la lengua mallorquina y se aferraron a una lengua basada en la gramática del siglo XXI de Pompeyo Fabra. Es decir, se preocuparon de imponer una cultura ajena a la propia de estas islas que es milenaria.
En 1991, la OCB promovió y coordinó la plataforma "Queremos comandar en nuestra casa", que reunió, por primera vez desde la Segunda República Española, en el Teatro Principal, a la sociedad civil que estuviera a favor del reconocimiento de las Baleares como nacionalidad histórica.
La iniciativa consiguió agrupar entidades empresariales, sindicales, sociales, medioambientales, universitarias, religiosas y culturales, y formó un bloque civil que se mantiene y se renueva desde entonces para todas las manifestaciones por la lengua y el autogobierno. Claro que ignoró que “reconocer la nacionalidad histórica de las Baleares” supone enaltecer el REINO DE MALLORCA, un hecho que no gusta reconocer ni recordar.
Sin embargo, les entusiasma celebrar un fatídico 31 de diciembre de 1229, en el que el asesinato, pillaje y reparto de botín, incluyendo la isla entera, por parte de unos mercenarios capitaneados por un rey de apenas 20 años bajo tutela y consejo de la Iglesia, nobles feudales, extranjeros, aventureros, etc. arremetieron contra las murallas que defendían a los habitantes de Madina Mayurqa: moros, cristianos, judíos, putas y piratas, desde hacía tres siglos… conviviendo.
No hubo compasión según las crónicas de la época, tergiversadas en la Wikipedia, en las traducciones, y libros de texto que descaradamente en la actualidad se atreven a relatar la “Conquista catalana-aragonesa”. Deleznable. Ni “Llengua ni l'Autogovern”, precisamente por tener una lengua propia y por pertenecer al Reino de España.
El que se pretenda un “autogobern” hasta se entendería, pero que nos dejemos caer en el abrazo agobiante de los hipotéticos “països catalans” resulta menos que probable, sin fundamentos históricos ni la mínima intención por parte del pueblo balear, mejor que “la obra” mire para otra parte.
Se quejan del retroceso descaradamente:
“La llegada al poder de Jaume Matas, del Partido Popular, supuso un retroceso en las conquistas del catalán”. Y lo manifiestan con toda la cara dura que les caracteriza. pues bien, haber defendido el balear y otro gallo cantaría.
En 60 años, nunca han contribuido a la sensibilización sobre la identidad de las islas Baleares, más bien en la imposición del catalán, cuando debería haberse preservado el balear.
Esta semana se ha rasgado las vestiduras porque el TSJ no admitió un recurso denunciando el plan piloto que permite estudiar en castellano. La Sala de lo contencioso ha declarado inadmisible el recurso precisamente por falta de legitimación activa, los magistrados señalan en el auto que la finalidad y el carácter voluntario del plan de libre elección de lengua "no afectan a los objetivos perseguidos" por la entidad. De este modo, consideran que la OCB carece de legitimación para impugnar el plan, recordando que no es un cambio normativo, sino que es voluntario. Tal vez estos de “la obra” han pretendido rizar demasiado el rizo.
Deberían aprender de la comunidad china, ellos conservan sus costumbres y su lengua sin imponerla a los ciudadanos de Baleares, viven sin injerencias y lo que es muy importante… trabajan.
3 Comentarios
Ojalá los mallorquines aprendan de una vez la verdadera historia.
ResponderEliminarDesgraciadamente en las aulas hasta intentan que prevalezca la enseñanza del islam que la cultura e historia balear.
EliminarDa la impresión de que la OCB es una "embajada catalana".
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