✍ Francisco José Castillo Navarro/
Harry Potter y el camino del corazón: La Alianza que transformó el destino
Capítulo 15: Un Amor Destinado
Se amaban.
Y el amor, más que cualquier otra magia, los fortalecía.
Ron estaba en el suelo cuando lo encontraron, su varita unos metros lejos de su alcance. Se sujetaba el brazo, su rostro pálido de dolor. Una criatura se desvanecía entre la niebla, como si nunca hubiera estado ahí.
—¡Ron! —exclamó Hermione, soltando la mano de Harry y corriendo hacia él.
Ron respiraba con dificultad, su mirada oscilando entre ambos. Harry lo ayudó a incorporarse, mientras Hermione inspeccionaba la herida en su brazo.
—¿Qué pasó? —preguntó Harry.
Ron tardó en responder, observándolos con una expresión difícil de descifrar.
—Algo me atacó —respondió al fin—. No lo vi bien… pero no era humano.
Hermione intercambió una mirada con Harry.
—¿Era como las sombras del portal? —preguntó ella.
Ron negó con la cabeza.
—No… esto era diferente. Más real. Sentí sus garras.
Hermione deslizó la varita sobre la herida y murmuró un hechizo. Un leve resplandor plateado se extendió por la piel de Ron, cerrando parcialmente la lesión.
—Esto detendrá la hemorragia, pero necesitamos algo más fuerte —dijo ella.
Ron asintió, pero su mirada volvió a desviarse hacia ella y Harry.
—¿Están bien? —preguntó de repente, su tono neutro, pero con algo oculto detrás.
Harry y Hermione se miraron por un instante. Se entendieron sin necesidad de palabras.
—Sí —respondió Harry finalmente.
Ron esbozó una sonrisa amarga.
—Bien.
Hermione abrió la boca para decir algo, pero Ron se puso de pie con un esfuerzo.
—No es el momento de hablar de esto, ¿verdad? —continuó Ron, con una media sonrisa triste.
Harry sintió un nudo en el estómago. Sabía que Ron había notado el cambio, que había sentido la conexión que ahora ardía entre él y Hermione.
—Ron… —Hermione intentó acercarse, pero él levantó una mano.
—No ahora, Hermione —dijo, sacudiendo la cabeza—. Sigamos adelante.
Se alejó unos pasos, dejando a Harry y Hermione sumidos en un silencio tenso.
Ella suspiró.
—Esto lo cambiará todo, ¿verdad?
Harry le tomó la mano de nuevo, con la misma certeza con la que empuñaba su varita en batalla.
—No lo sé. Pero lo que sí sé es que lo que sentimos es real.
Hermione lo miró a los ojos, su expresión reflejando todas las emociones que los envolvían.
—Y no quiero ocultarlo —dijo ella en un susurro.
Harry tragó saliva, sintiendo cómo su corazón se aceleraba.
—Yo tampoco.
Por primera vez, no había dudas. No había miedo. Solo ellos dos, juntos, en medio de un mundo que parecía desmoronarse a su alrededor.
Pero el peligro aún acechaba.
Y pronto, descubrirían que su amor era solo el principio de un destino mucho más grande.
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