El papa Francisco, de 88 años, ha mostrado una "ligera mejoría" en su estado de salud tras seis días de hospitalización en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Según el último parte médico del Vaticano, sus condiciones clínicas son estables y los análisis de sangre indican una mejora en los índices inflamatorios.
A pesar de la complejidad de su cuadro clínico, el Papa ha mantenido algunas actividades laborales y ha recibido visitas, como la de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien afirmó: "Estoy muy contenta de haberlo encontrado alerta y receptivo. Hemos bromeado como siempre. No ha perdido su proverbial sentido del humor".
El Vaticano ha cancelado la agenda del Papa al menos hasta el domingo, incluyendo la audiencia jubilar prevista para este sábado y la misa del domingo, que será presidida por el cardenal Rino Fisichella.
Aunque su estado es delicado debido a su avanzada edad y antecedentes médicos, los especialistas consideran que, con el tratamiento adecuado, el Papa tiene posibilidades de recuperación. Se espera que los próximos días sean determinantes para evaluar la efectividad de la terapia aplicada.
La comunidad católica y líderes religiosos han expresado su preocupación y han solicitado oraciones por la pronta recuperación del Santo Padre. El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, mencionó la posibilidad de una renuncia papal si el Papa considera que no puede cumplir adecuadamente con su misión debido a su estado de salud.
En resumen, aunque el papa Francisco enfrenta un cuadro clínico complejo, las señales recientes indican una leve mejoría en su estado de salud. La situación continúa siendo monitoreada de cerca, y se espera que los próximos días proporcionen una visión más clara sobre su recuperación.
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