Te despiertas de mañana
casi nunca pasa nada,
llueve en la calle, en la acera,
y siguen haciendo más pruebas,
y sigues como si nada.
La muerte inútil asoma
a través de tu ventana,
esa pequeña indecente
con color en la pantalla,
pero tu sigues cenando
casi nunca pasa nada,
aunque vemos como mueren
de hambre sed y venganza
hombres, mujeres y niños
más huérfanos de esperanzas.
Y te vas a tu trabajo
casi nunca pasa nada,
cada uno va a lo suyo
al calor de la mañana,
lo políticos no aciertan
en proteger al que anda
y siguen las religiones
las pasiones y las calmas.
El respeto a cada uno
a cada cosa que anda
o respira, o deambula,
se perdió en la mirada.
Pero seguimos pensando,
que es igual.....no pasa nada.
Si te miras al espejo
no ves nunca a nadie más
y seguimos al compás
que marca la indiferencia
convertida en una ciencia
excluyendo a los demás.
¿Por qué los niños hoy lloran?
¿porque se esconde la gente
ante este mundo indecente
de violencia y de temor?,
¿quizás por falta de amor?
¿o por falta de empatía?
eso oí que le decía
un vagabundo al Señor.
Nadie se pone de acuerdo,
nadie es capaz de algún gesto
y todos juegan sin mirar
con cosas que al maltratar
se nos quedan sin repuesto.
Se va jugando a lo loco
con el hombre que camina,
quizás le explote una mina
que la humanidad rechaza
pero es igual, mientras ceno
ocurre lejos de casa.
Ese pan de cada día
la quiniela o la cañita
la tertulia o la cenita
o el techo donde yo estoy,
yo no entiendo de empatía
porque me inmuniza el día
y las penas que viendo voy.
Y otra vez ya muere el día No
con la rutina marcada
y mañana me levanto
con una ilusa ilusión,
la de que en cada rincón
casi nunca pasa nada.
Francesc Jusep Bonnín
Escritor, Poeta, Cantautor
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