"Las ranitas metálicas, con sus colores brillantes y ese sonido único al tensar su mecanismo, eran un pequeño milagro de diversión. Bastaba presionarlas para verlas saltar torpemente sobre el suelo, como si estuvieran vivas. En aquellos días, era todo lo que necesitábamos para llenar una tarde de risas y asombro."
✍ Recuerdos Nostálgicos
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