Harry Potter y el camino del corazón: La Alianza que transformó el destino
Capitulo 5: Una visión de justicia, el vínculo irrompible
En una noche silenciosa en el Ministerio de Magia, Harry Potter caminaba por los pasillos del Departamento de Aurores. Las antorchas mágicas lanzaban una luz parpadeante que proyectaba sombras inquietantes en las paredes. Hermione Granger lo esperaba en una pequeña oficina atestada de pergaminos, libros y una taza de té que humeaba suavemente.
—Sabía que vendrías tarde, Harry —dijo Hermione, esbozando una sonrisa cansada pero cálida.
Harry dejó caer su abrigo sobre una silla y se pasó una mano por el cabello despeinado. —Otro ataque en Hogsmeade. Parece que aún quedan seguidores de los Mortífagos intentando causar estragos.
Hermione frunció el ceño. —¿Alguna pista?
—No muchas. Pero lo que me preocupa es cómo están consiguiendo financiación para seguir operando. Algo más grande se está moviendo en las sombras —respondió Harry, mientras tomaba la taza de té que Hermione le ofrecía.
Hermione asintió. Su mirada era intensa, como si ya estuviera desentrañando un plan. —Eso me recuerda algo que descubrí revisando documentos sobre leyes mágicas obsoletas. Hay un vacío legal que ciertas familias antiguas podrían estar explotando para canalizar recursos hacia estos grupos.
Harry dejó la taza en la mesa y se inclinó hacia ella, intrigado. —¿Cómo lo hacemos, entonces?
—Lo primero es exponerlos. Pero Harry... esto no será fácil. Estas familias son influyentes, y enfrentarlas podría ponernos en una posición peligrosa.
Harry la miró fijamente, sus ojos verdes brillando con una determinación que Hermione conocía demasiado bien. —No estamos en esto por lo fácil, Hermione. Estamos aquí para hacer lo correcto.
Hermione suspiró, pero no por duda, sino por el peso de la responsabilidad que ambos compartían. —Exacto. Necesitamos aliados, y sé por dónde empezar. Hay una criatura mágica, un Centauro llamado Antares, que puede ayudarnos. Tiene una conexión con uno de los miembros clave de esta red, pero no será sencillo convencerlo.
Harry arqueó una ceja. —¿Por qué no?
Hermione tomó un pergamino y trazó con su varita un mapa que mostraba el Bosque Prohibido. —Antares cree que los humanos siempre traen consigo más problemas que soluciones. Tendremos que demostrarle que estamos de su lado, no solo con palabras, sino con acciones.
Harry sonrió de medio lado. —¿Te das cuenta de que esto suena como una misión suicida?
—Eso es lo que nos hace diferentes, Harry. Nosotros no retrocedemos.
Ambos se quedaron en silencio por un momento, conscientes de que el camino que estaban por emprender sería peligroso, pero con la misma visión clara: la justicia debía prevalecer, sin importar el costo.
—Mañana al amanecer —dijo Harry, poniéndose de pie. —Vamos al Bosque Prohibido.
Hermione asintió, su mente ya trabajando en los detalles de su próximo movimiento.
Mientras Harry salía de la oficina, ella se quedó mirando el mapa, sus dedos tamborileando sobre la mesa. Un pensamiento inquietante cruzó su mente: ¿Y si la verdadera amenaza no estaba afuera, sino dentro del propio Ministerio?
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