Dedicado Thor, imaginado que esto es lo que me diría si pudiera hablar, que sinceramente a su manera lo hace, gracias querido compañero por tantas alegrías que me das.
Yo soy el que siempre te espera,
en cada rincón de nuestro
hogar.
Tu coche tiene un sonido especial,
que resuena en
mis sentidos,
puedo reconocerlo entre mil.
Tus pasos
tienen un timbre mágico,
una melodía única que guía mi
esperanza.
Tu voz es música para mis oídos,
cada palabra,
una sinfonía,
cada risa, mi alegría.
Si veo tu
alegría, ¡me hace feliz!
Tu sonrisa ilumina mis días
y
tu aroma es el mejor,
una esencia que llena mi mundo
de paz
y amor.
Tu presencia es la que mueve mis sentidos,
eres
el sol que ilumina mi vida.
Tu despertar me despierta,
y
aunque la noche haya sido larga,
mi corazón late con fuerza al
verte.
Te contemplo dormir y para mí eres mi Dios,
soy
feliz velando tu sueño,
protegiéndote en la quietud de la
noche.
Tu mirada es un rayo de luz,
que atraviesa las
sombras de mis miedos.
Tus manos sobre mí, tienen la
ligereza de la paz
y la muestra sublime de un amor infinito,
un
toque que me dice que todo está bien,
que juntos siempre
estaremos.
Cuando sales, siento un enorme vacío en mi
corazón,
un hueco que solo tú puedes llenar.
Vuelvo a
esperarte una y otra vez,
mirando la puerta, contando los
segundos,
anhelando tu regreso.
Yo soy el que te
esperará toda la vida,
hoy, mañana y siempre:
en la
alegría y en la tristeza,
en la luz y en la oscuridad.
0 Comentarios