En repetidas ocasiones hemos leído en los medios que VOX pretende engañar a los de Baleares con el tema de la lengua, avisando que su objetivo es imponer la lengua española en toda la CCAA. No caigamos en la trampa los habitantes de este archipiélago. Curiosamente, este partido es de los pocos colectivos que apoyan la lengua balear. Que por más inri reconoce la lengua vernácula y el español como lenguas más usadas en las islas. El que se impusiera sin consulta popular de ninguna clase un catalán aparecido en el siglo XX, nos obliga a cumplir el Estatut, pero que se admita y asuma que nadie puede obligar a cambiar la LENGUA MADRE.
Ocurre que Vox pide 7 millones para elección de lengua y 75.000 euros para la Reyal Acadèmi de Sa Llengo Baléà, oficialmente REAL ACADEMIA DE LA LENGUA BALEAR. Pretender crear confusión ante la sana intención de un partido político por el simple hecho de estar opuesto a otros, resulta poco democrático, tiene que haber argumentos que convenzan mejor a sus seguidores que practicar el muy de moda oficio de la creación de bulos. La izquierda balear se retuerce ante unas enmiendas presentadas en el Parlament y se opone a la totalidad. Lógico, pues resulta que el color político y la tendencia no es la misma, de lo contrario no existiría la oposición, ha de comprender la zurda que unas veces se está en el poder y otras no. La Democracia es así y tiene que respetarse. La libre elección de la lengua es un derecho y todo un referente a las libertades en una sociedad, ninguna razón para esgrimir unos mecanismos con la finalidad de seguir imponiendo una lengua que se habla en una pequeña parte del noreste peninsular. Cada uno hable lo suyo.
Cuando se argumenta que la Real Academia de la Lengua Balear es “polémica”, quiebra la lógica de la realidad. ¿Qué polémica ha creado? En todo caso, surgió este desacuerdo tan “polémico” fruto de la envidia, el temor y resentimiento por parte de aquellos sectores que no respetan la mallorquinidad de un antiguo reino con férreas raíces ibero-vascas en su lengua vernácula, documentado hasta la saciedad, con pruebas arqueológicas, estudio de sus étimos tanto en su topografía, crónicas, registros y documentos. El hecho de ser unas islas ha facilitado la pureza de la lengua, los continentes quedaban lejos y el arraigo de esta fue una realidad. No puede decirse lo mismo en otras zonas geográficas. Hasta el siglo XIII no llegó una cultura con afán de conquista más que de colaborar, las anteriores, tanto la íbera, la romana y la musulmana, integraron y aportaron más que no impusieron. Cierto que ya en el siglo XX esta cultura se tornó agresiva y pretende desde aquellas fechas pisotear y borrar este elemento de la cultura que llamamos y es la LENGUA. Ni el Decreto de Nueva Planta dañó tanto, puesto que solo aquellos registros oficiales se redactaron en castellano; en los mercados, registros y crónicas locales, se continuó usando el mallorquín, aquel rico hablar y escribir que conocemos popularmente en las rondayas, en libros de texto, en obras de teatro, y, que mantenemos en los topónimos de nuestra orografía, pueblos, costas, etc.
Resulta que, por añadidura, el IEC se desprende que (una vez más) integra en su diccionario palabras mallorquinas. Vale, ya lo hizo en su momento Pompeyo Fabra. Pero esta vez tiene la desfachatez de nombrarlas “palabras del catalán de Mallorca”. ¿Qué engendro es este? Son mallorquinas, palabras de Mallorca. El que la riqueza de nuestro vocabulario sea más extensa que el de IEC, no es nada nuevo, Fabra se sirvió de más de cinco mil vocablos del mallorquín, por algo separaba más de un siglo nuestra gramática de la catalana, nuestra riqueza cultural en el léxico y fonética es más completa, más extensa y sobre todo… es NUESTRA. Ni copiada ni plagiada. Surgida desde unas raíces y fortalecida a través de siglos. Poco a debatir. O nada. Si La sección filológica del Institut d’Estudis Catalans (IEC) acaba de actualizar el Diccionari (DIEC) con 87 artículos nuevos y 289 modificaciones o ampliaciones, demuestra lo incompleto que estaba, muy orgullosos de poder aportar aquello que necesitan para engrosar sus páginas, claro que la gramática difiere bastante, consecuentemente deben aplicarla a su zona de influencia geográfica, si la tienen, no a estas islas que desde los albores de la vida mantienen las mismas fronteras y la misma cultura.
Es tiempo de dejarse de crear conflictos y sembrar discordia. Si VOX argumenta unos postulados, el resto de la derecha los mismos u otros, la izquierda no ha de promover malestar, sencillamente defender los suyos y esperar resultados electorales. No atacar y mucho menos decir que existe polémica donde los creadores de la misma es la misma zurda balear y sus colectivos catalanistas, desde la prensa a la mismísima UIB.
✍ Tomeu Pizá
Derecho, Economista, Profesor.
4 Comentarios
Perfectamente explicado mi querido amigo Tomeu pizá, no se puede cambiar la historia pues la misma historia la forma su gente, costumbres, su lengua. Eso es inalterable!! Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Isabel. Somos muchos que lo tenemos claro, no solo en estas islas, desde Chile, México, Dominicana, Venezuela y Brasil, satisface mucho tener amigos y familia que agradecen lo que algunos buenos isleños defendemos, sean políticos o simples ciudadanos de estas islas.
EliminarEl independentismo catalán tiene sus raíces, según ellos [sic], en una larga historia de identidad cultural y lingüística, y su deseo de independencia de España es una manifestación de esa identidad. Sin embargo, la situación en las Islas Baleares es diferente. Su cultura y sus tradiciones tienen su propia identidad y costumbres que la mayoría de residentes desean preservar.
ResponderEliminarLa tensión surge cuando el independentismo catalán intenta incluir a las Islas Baleares en su proyecto de los "Paísos Catalans", lo que es una imposición que diluye nuestra identidad propia y falta de respeto a nuestras instituciones, oficiales o privadas, que no comparten su ideario pancatalanista.
El Gobierno de España, el Govern de la CA, Consells y Ayuntamientos son los responsables de garantizar, proteger y fomentar la identidad cultural y patrimonial de las nuestras Islas por encima de intereses políticos "espurios" de conveniencia.
Me gusta. Enhorabuena
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