El precio de los carburantes ha vuelto a dispararse, con el diésel y la gasolina alcanzando nuevos máximos desde septiembre, justo antes del puente de la Constitución. Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, esta es la cuarta subida consecutiva. Pero, ¿a quién favorece este encarecimiento mientras los consumidores ven sus bolsillos apretados?
Subidas de precios
El precio medio del litro de diésel se ha situado en 1,431 euros, un incremento del 0,77% respecto a la semana anterior. La gasolina, por su parte, alcanza los 1,514 euros, un 0,26% más. Estas cifras marcan una tendencia preocupante: en el último mes, el diésel ha subido un 2,88% y la gasolina un 0,66%.
Mientras los precios aún son inferiores a los de principios de 2024, el impacto en los desplazamientos durante fechas clave, como este puente, es innegable. ¿Por qué se producen estas subidas en momentos tan estratégicos?
¿Realmente son más baratos?
Aunque llenar el depósito sea más barato que hace un año, con un ahorro de 7 euros en el caso del diésel y 4 euros para la gasolina, la comparación es engañosa. Si bien estamos lejos de los picos históricos de 2022, los precios siguen ajustándose al alza, lo que despierta interrogantes sobre el verdadero beneficio para los conductores.
La influencia del crudo y los márgenes
El barril de Brent y el WTI han mostrado ligeras subidas, pero esto no explica completamente el encarecimiento de los carburantes. La relación entre el precio del crudo y los carburantes no es directa ni inmediata, debido a factores como la cotización específica del combustible, los impuestos, los márgenes de beneficio y las cuestiones geopolíticas.
Entonces, ¿quién está obteniendo ganancias en este panorama? Mientras los márgenes de distribución y los impuestos se mantienen intactos, los consumidores asumen el coste final.
Precios más bajos en España: ¿Consuelo insuficiente?
Es cierto que los carburantes en España son más baratos que la media europea. La gasolina está en 1,645 euros en la UE y el diésel en 1,567 euros, cifras superiores a las españolas. Pero, ¿es esto un verdadero alivio? Este dato no oculta la sensación de que los precios se disparan estratégicamente en momentos de alta demanda.
Reflexión: ¿A quién beneficia?
Con el aumento constante y las fechas clave como telón de fondo, surge una pregunta crítica: ¿son los consumidores los únicos perjudicados? Empresas petroleras, distribuidoras y hasta los gobiernos con sus ingresos por impuestos parecen encontrar ventajas en este sistema, mientras que el ciudadano común sigue cargando con las subidas.
La verdadera respuesta quizá no sea evidente, pero es claro que las decisiones que impulsan estos incrementos dejan un beneficiario claro: no es el consumidor.
✍ COINPE
1 Comentarios
No hay duda, alguien quiere recaudar más, no hace falta mucha intuición para ver quien es ese alguien.
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