Las cáscaras de huevo, un elemento cotidiano que muchas veces desechamos, pueden convertirse en un recurso invaluable para tu jardín. Este truco, poco conocido, consiste en triturar las cáscaras hasta obtener un polvo fino y esparcirlo alrededor de tus plantas. Gracias a su alto contenido de calcio y minerales, se transforman en un fertilizante natural que enriquece la tierra y mejora la salud de tus cultivos.
Además, al utilizarlas, estás promoviendo la sostenibilidad al reducir los desechos domésticos. Un pequeño gesto que beneficia tanto al medio ambiente como a tus plantas.
✍Trucos Caseros
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