"Estoy profundamente alarmado por la reciente escalada de las hostilidades en el noroeste de Siria que, según informes, ha causado la trágica muerte de al menos siete niños y ha dejado heridos a otros 32.
Una vez más, los niños y niñas son los más afectados por el conflicto. Desde el 27 de noviembre, más de 48.500 personas se han visto desplazadas, principalmente niños y mujeres. La mayoría de los niños han sido desarraigados varias veces debido a crisis anteriores.
La violencia actual es un duro recordatorio de la urgente necesidad de que todas las partes en conflicto respeten el derecho internacional humanitario y den prioridad a la protección de los civiles, especialmente de los niños y niñas. Es imperativo que se garantice un acceso rápido, seguro y sin trabas a los trabajadores humanitarios para que puedan prestar servicios esenciales y apoyo a los afectados por este conflicto.
En Siria, la infancia está soportando una de las emergencias más complejas del mundo: una combinación de enfrentamientos armados prolongados, repetidos desplazamientos de civiles, recesión económica, brotes de enfermedades y un terremoto devastador.
UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en conflicto para que cesen las hostilidades de inmediato y tomen todas las medidas posibles para garantizar la seguridad y el bienestar de todas las niñas y niños de Siria. La protección de la infancia y de las infraestructuras civiles de las que dependen, como escuelas y hospitales, es primordial. Los niños de Siria merecen vivir en paz y seguridad, y debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para proteger sus vidas y su futuro.
Seguimos comprometidos a trabajar con nuestros aliados para prestar ayuda humanitaria y defender los derechos y la protección de todos los niños y niñas afectados por este conflicto”.
✍ UNICEF
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