Los ratones machos, en particular, son los que "cantan" para atraer a las hembras, y sus vocalizaciones están llenas de matices.
Cantos de cortejo
- Cuando un macho detecta feromonas de una hembra, emite un canto ultrasónico para llamar su atención. Es su forma de cortejarla.
- Las hembras pueden evaluar la calidad del canto, decidiendo si el macho es un buen compañero. Es como si evaluaran su habilidad para "cantar bien".
Personalización de los cantos
- Los ratones no solo repiten un canto básico; pueden ajustarlo según la situación. Si un macho nota que su canción no está captando la atención de la hembra, puede intentar modificar las frecuencias o el ritmo.
- Esto sugiere que tienen cierto nivel de control creativo sobre sus vocalizaciones, algo que no es común en la mayoría de los animales.
Aprendizaje y variación
- Estudios han demostrado que los ratones pueden aprender de otros. Los machos jóvenes tienden a imitar los cantos de machos mayores en su entorno, lo que implica un aprendizaje social.
- También hay evidencia de que los cantos varían entre especies y poblaciones, lo que significa que hay "dialectos" entre los ratones.
Tecnología para escucharlos
- Los humanos no podemos oír estos sonidos, ya que están en un rango ultrasónico (generalmente superior a 20 kHz, mientras que nuestro rango de audición es de 20 Hz a 20 kHz).
- Sin embargo, los científicos utilizan micrófonos especiales para grabarlos y ralentizar las grabaciones, lo que revela patrones sonoros complejos, con notas altas y bajas, ritmos y hasta repeticiones melódicas.
Similitudes con las aves cantoras
- Al igual que las aves, los ratones machos usan sus cantos para demostrar que están en buena forma física. La calidad del canto puede reflejar su salud o capacidad para reproducirse.
- Además, los cantos de los ratones también tienen patrones jerárquicos, con frases y subfrases, algo que se consideraba exclusivo de aves y ballenas.
Aunque no lo parezca, los ratones tienen una sorprendente vida sonora secreta que todavía estamos descubriendo. Esto abre muchas preguntas sobre cómo los sonidos influyen en la comunicación y el comportamiento de animales pequeños que normalmente pasamos por alto.
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