Cuando pensamos en el desierto, probablemente imaginamos interminables dunas de arena y calor abrasador. Sin embargo, el lugar más seco de la Tierra no solo desafía esta idea, sino que también ofrece un paisaje único e impresionante. Se trata del Desierto de Atacama, ubicado en el norte de Chile.
Este desierto es famoso por su increíble aridez: en algunas de sus áreas no ha llovido durante cientos de años, y su promedio de precipitaciones anuales es de menos de 1 milímetro. Esto se debe a una combinación de factores geográficos, como la presencia de la corriente fría de Humboldt y las montañas de los Andes, que bloquean la llegada de humedad.
Pero no todo es sequedad en Atacama. Este rincón del planeta también alberga fenómenos sorprendentes, como el Desierto Florido, un espectáculo de flores que ocurre excepcionalmente en años en que caen lluvias inusuales. Además, es un lugar privilegiado para la observación astronómica gracias a sus cielos despejados.
El Desierto de Atacama nos recuerda cuán diversa y extrema puede ser la naturaleza, y por eso merece un lugar especial entre las maravillas del mundo.
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