Es el 12 de septiembre cuando celebramos el nacimiento de la dinastía de los Reyes de Mallorca, potenciar la Diada de Mallorca el 31 de diciembre recordando la masacre acontecida en Madina Mayurqa en 1229 resulta más que deplorable, ofensivo y deleznable. Está claro que la DIADA no puede “celebrarse” con una ofrenda floral, en todo caso con una corona funeraria. El 31 tiene más sentido la Festa de s’Estandard, por su tradición en la que se celebra la entrada del Rey Jaime I de Aragón y sus aliados cristianos en la medina, siendo esta conmemoración una de las más antiguas de Europa.
Ya en 2016 se intentó cambiar la fecha de la Diada retornando a la originaria del 12 de septiembre, cambiada anteriormente argumentando un motivo ridículo: “la poca participación de los ciudadanos”. Más bien, se dejó entrever que la verdadera razón era cambiar la fecha al 31 de diciembre, puesto que los nacionalistas soñaban con la integración de los mallorquines dentro de los hipotéticos Països Catalans, maniobra política ya iniciada en aquel nefasto PACTE cuyo único objetivo es ir construyendo poco a poco los símbolos de los mallorquines desde el punto de vista catalán, necesitando ellos este refuerzo geográfico para sus aspiraciones expansionistas, anulando la cultura y la personalidad de todo un reino. Se supone que, al no poder manejar matrimonios y pactos propios de la corte de hace siglos, a fin de conseguir aquello que siempre han pretendido y nunca han logrado. Aquello que han deseado y nunca han tenido, optan en la actualidad por sembrar confusión, falsas mezclas culturales y equívocos planteamientos históricos, más dados a la tergiversación y falseamiento que a la realidad documentada con fuentes sólidas y verídicas.
El 12 de septiembre debe ser una fecha digna de celebrar y festiva, tal y como se merece, no puede ni debe ofender a nadie. Si anteriormente hubo una dinastía mora, a partir del nacimiento de una dinastía cristiana, se daba continuidad a un reino que, como tal, existía hacía siglos. En 1276, durante el reinado de Jaime II de Mallorca, se produjo la independencia de la isla respecto al Reino de Aragón. Jaime II fue proclamado rey de Mallorca y se creó así el nuevo territorio con su propia identidad política y administrativa. La coronación de Jaime II como rey de Mallorca marcó el inicio de una nueva etapa para la isla, que comenzó a desarrollar una cultura y una economía propias. Lo más positivo fue sin duda el respeto a las tradiciones, a la toponimia de esta tierra, a sus gentes. Con el paso del tiempo y no sin pocas vicisitudes, estamos sólidamente arraigados en las mismas islas, delimitadas, defendidas y rodeadas por nuestro muy amado Mare Nostrum.
No tiene razón de ser la llamada DIADA, es sencillamente, la FIESTA DEL ESTANDARTE, sin más preámbulos. Va siendo hora de poner las cosas en su sitio, otra vez. Definitivamente. Al estar considerada una de las fiestas civiles más antiguas de Europa, su valor tradicional y cultural, ya es motivo de conmemoración. Celebrar una conquista, sangrienta y violenta, merece cualquier otro apelativo antes que el de “celebración”.
Es el 12 de septiembre cuando celebramos el nacimiento de la dinastía de los Reyes de Mallorca, potenciar la Diada de Mallorca el 31 de diciembre recordando la masacre acontecida en Madina Mayurqa en 1229 resulta más que deplorable, ofensivo y deleznable. Está claro que la DIADA no puede “celebrarse” con una ofrenda floral, en todo caso con una corona funeraria. El 31 tiene más sentido la Festa de s’Estandard, por su tradición en la que se celebra la entrada del Rey Jaime I de Aragón y sus aliados cristianos en la medina, siendo esta conmemoración una de las más antiguas de Europa.
Ya en 2016 se intentó cambiar la fecha de la Diada retornando a la originaria del 12 de septiembre, cambiada anteriormente argumentando un motivo ridículo: “la poca participación de los ciudadanos”. Más bien, se dejó entrever que la verdadera razón era cambiar la fecha al 31 de diciembre, puesto que los nacionalistas soñaban con la integración de los mallorquines dentro de los hipotéticos Països Catalans, maniobra política ya iniciada en aquel nefasto PACTE cuyo único objetivo es ir construyendo poco a poco los símbolos de los mallorquines desde el punto de vista catalán, necesitando ellos este refuerzo geográfico para sus aspiraciones expansionistas, anulando la cultura y la personalidad de todo un reino. Se supone que, al no poder manejar matrimonios y pactos propios de la corte de hace siglos, a fin de conseguir aquello que siempre han pretendido y nunca han logrado. Aquello que han deseado y nunca han tenido, optan en la actualidad por sembrar confusión, falsas mezclas culturales y equívocos planteamientos históricos, más dados a la tergiversación y falseamiento que a la realidad documentada con fuentes sólidas y verídicas.
El 12 de septiembre debe ser una fecha digna de celebrar y festiva, tal y como se merece, no puede ni debe ofender a nadie. Si anteriormente hubo una dinastía mora, a partir del nacimiento de una dinastía cristiana, se daba continuidad a un reino que, como tal, existía hacía siglos. En 1276, durante el reinado de Jaime II de Mallorca, se produjo la independencia de la isla respecto al Reino de Aragón. Jaime II fue proclamado rey de Mallorca y se creó así el nuevo territorio con su propia identidad política y administrativa. La coronación de Jaime II como rey de Mallorca marcó el inicio de una nueva etapa para la isla, que comenzó a desarrollar una cultura y una economía propias. Lo más positivo fue sin duda el respeto a las tradiciones, a la toponimia de esta tierra, a sus gentes. Con el paso del tiempo y no sin pocas vicisitudes, estamos sólidamente arraigados en las mismas islas, delimitadas, defendidas y rodeadas por nuestro muy amado Mare Nostrum.
No tiene razón de ser la llamada DIADA, es sencillamente, la FIESTA DEL ESTANDARTE, sin más preámbulos. Va siendo hora de poner las cosas en su sitio, otra vez. Definitivamente. Al estar considerada una de las fiestas civiles más antiguas de Europa, su valor tradicional y cultural, ya es motivo de conmemoración. Celebrar una conquista, sangrienta y violenta, merece cualquier otro apelativo antes que el de “celebración”.
✍ Tomeu Pizá
Derecho, Economista, Profesor
2 Comentarios
Publicado en se mejor momento. Una visión de los hechos para meditar y debatir 👏
ResponderEliminarVa siendo necesario aclarar a la ciudadanía que no es la misma fiesta un evento que otro. El 12 de Septiembre recoge más importancia por su repercusión que no tristeza y desgracia la acontecida en Ciutat aquel último día de 1229.
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