Son Buñola, en Bañalbufar, tiene una muy dilatada historia moderna. El amor de unos emigrantes a su isla, su afán emprendedor, hicieron posible que uno de los hermanos Puig Canals, (José a la derecha de la imágen) transformara un bello espacio de Buñola Sa Mar. A la izquierda Juan, y en el centro la esposa de ambos, Juanita Marqués. Aclaremos esto.
Juan Puig nació en Sóller (1885) Se estableció en Tabasco (México) con su primera empresa, una fábrica de galletas a principios de siglo XX. Parece ser que La Revolución impide que siga una labor industrial por tanto saqueo de caudillos y demás fuerzas revolucionarias, especialmente de Francisco Villa. Decide cerrar y se traslada a Puerto Rico. Conoce a la señorita Juana Marqués contrayendo matrimonio con ella. En uno de sus viajes a Venezuela decide establecerse en este lindo país. Inicia una expansión fruto de mucho trabajo y buenas relaciones. Será en 1911 cuando funda su primera fábrica de galletas que aún en la actualidad gozan de enorme acogida en gran parte de América. Desgraciadamente y en pleno apogeo como empresario, fallece en 1917 a la edad de 32 años. Su viuda, llama a su cuñado José que se encuentra en Mallorca para que se haga cargo de las empresas. Deciden vender todas las empresas que hasta ese momento operaban y quedarse sólo con la fábrica de galletas y chocolates. En 1919 registran bajo la figura de comandita José Puig & Cía., donde figuraban como socios José Puig, Juana Marques de Puig e hijos. Ahí se entiende que en la fotografía familiar que encabeza este escrito, sean dos hermanos los esposos de una misma mujer.
Personalmente conocí a D. José Puig (Don Pep), a menudo compartimos tertulias sentados en un banco de madera en la "clasta" de Son Buñola. Era muy mayor y gustaba de contar anécdotas. Y a mi escucharlas.
Doña Juanita y su hija Doña Magda, fueron una buena fuente de información y curiosidades que agradecí siempre me compartieran. Poco, pero conocí personalmente a los hijos de Juan y José Puig Canals, llamados José y Emilio, así como a sus familias. Especialmente a las hijas que tenían aproximadamente la misma edad que mi esposa. Doña Magda Puig fue quien gestionaba la finca de Son Buñola hasta que se vendió por primera vez al Sr. Branson. Anteriormente, un curioso personaje siciliano, estuvo muy interesado en la adquisición. Hice kilómetros por toda la finca con el Sr. Metzanotte, y ya no opino más de este hombre, me cayó bien, la verdad, pero Sicilia imponía mucho respeto en esta época.
En la actualidad, las empresas productoras de galleta María Puig, galletas de soda y muchas más variedades, siguen siendo muy apreciadas y no solo en Venezuela.
Desde la época de Don Pep, hasta Doña Magda, conseguí amar a este trozo de tierra y mar, entre S'Alquería Rotja (Son Coll) y Bañalbufar. Tantos kilómetros de costa y no miran al mar, pues resulta tan lindo y hermoso que es el mar que lo mira embellecido. Son Buñola tiene innumerables anécdotas, algunas de ellas ya las compartí con Sir Richard Branson que siempre ha amado este lugar desde el primer día que lo vió.
Sir Richard Branson (18 Julio 1950), inauguró recientemente un establecimiento hotelero en la antigua propiedad de los Zaforteza, Son Buñola. Adquirida inicialmente por José Puig de Sóller; fueron sus descendientes quienes vendieron por primera vez a Sir Branson; ocurre que la adquirió por segunda vez recientemente. Conozcamos este entorno, uno de los más bellos de la isla de Mallorca.
En el municipio de Bañalbufar, en el valle donde en la actualidad están las "Possessions" de Son Bujosa, Son Coll, Son Balagueret, Son Valentí y Son Buñola, conforma un bello paisaje, muy productivo por sus manantiales, su tierra y su clima templado.
El topónimo de esta última explotación durante los siglos XIII y XIV dio nombre a toda esta zona, en ocasiones denominada Buñola Sa Mar, Buñola de Bañalbufar o, simplemente Buñola. No confundir con la villa mallorquina de Buñola (aunque sí ha ocurrido otras veces). El valle de Buñola Sa Mar no coincide con la depresión donde actualmente se sitúa el pueblo de Bañalbufar.
La primera no prosperó como asentamiento humano y no se consolidó. Se trata pues de un valle de explotación agropecuaria de notable importancia formado por una cultura andalusí que los cristianos aprovecharon y adaptaron a las nuevas tendencias feudales mallorquinas que se impusieron a raíz de la conquista del Rey Jaime I.
S'ALQUERÍA DE SA TORRE, era sin duda la explotación agropecuaria del VALLE BUÑOLA SA MAR. Antes de 1272 se la llamó (... alqueriam meam mayores de la Torra, quan habeo in Valle Buñola Sa Mar) Alquería mayor de La Torre. Comprendía, grosso modo, desde el actual Hort de sa Torre (S) hasta el mar (N), y desde S’Alqueria Rotja (E) hasta la Bastida (W). Coincidiendo pues, en parte, de la actual "possessió" de SON BUÑOLA. El asentamiento humano más importante, tanto andalusí como cristiano, se situaría en las actuales casas de la "possessió", donde se ubica la torre medieval (cuadrada) existiendo una gran cantidad de cerámica islámica en superficie. S'Hort de Sa Torre es lo que queda del antiguo topónimo. Mientras que S'Alquería Rotja era la segunda explotación en importancia, fácil de identificar al observar el inmenso color rojo de la tierra, es el actual Son Coll. La Bastida es un topónimo que separa los dos valles (Bañalbufar y Buñola Sa Mar). Merece comentar la existencia de un cementerio en una cavidad de Es Corral Fals (Camí d’abax). También numerosos vestigios arqueológicos y restos de lo que fueron el precedente a las Atalayas de defensa de nuestro litoral, limitadas a cavernas situadas en Es Bec de S’Aguila y la de Es Port D’es Canonge. Si durante los siglos de dominación cristiana en las costas de Mallorca no hubo necesidad de excesiva vigilancia, sí la hubo a principio del siglo XVI a causa del declive de la marina y un aumento de poderío en las naves piratas de los musulmanes en toda la Mediterránea. A partir de estas fechas fueron apareciendo las torres de defensa que conocemos y conservamos en la actualidad. Son Buñola conserva una torre cuadrada de cubierta plana, característica en esta zona como la de Sa Baronía. Las de Son Valentí y Son Balagueret, disponen de una cubierta de dos vertientes de teja árabe. Aunque se construyeron aparentemente en el siglo XVI, algunas crónicas sitúan una torre en Son Buñola datada en 1272 (no necesariamente la misma que conocemos en la actualidad).
El ma’jil o técnica de construcción de los diferentes elementos que forman el sistema hidráulico que permitía la conducción y almacenamiento de agua, junto a la organización social del sistema, son muy elaborados y todo un alarde de buenas costumbres que los árabes implantaron, tanto que en la actualidad sigue rigiendo la administración del uso del agua, titularidad, herencia de los derechos, etc. Poco tuvieron que culturalizar los conquistadores, se les llevaba ventaja en muchas cosas. El término ma’jil se usa erróneamente por muchos autores designando al conjunto físico de bancales (marjades), acequias y estanques. Sin embargo y según su raíz, el significado es el de “un periodo de tiempo determinado”. Parece ser que este sistema nace en el año 903.
Difícilmente puede considerarse, otra vez, una aportación de los conquistadores, más dados a reparto de bienes conseguidos que a la creación de fuentes de producción. Tanto la captación del agua y posterior distribución a través de acequias (qanat) su almacenamiento en los estanques (safarex) y nueva distribución para riego y otros usos, representan toda una obra de ingeniería digna de admiración. Las bóvedas en las minas mediante piedras puntiagudas, sin argamasas, son impresionantes. Había que buscar el agua y requería de estas construcciones hasta el depósito subterráneo natural (acuífero). Tal vez, el dato más curioso sería la existencia de una fuente de agua dulce a tres metros de profundidad y a seis de la costa en Es Péx Menut (W. d’es Béc de s’Águila).
✍Tomeu Pizá
Bibliografía:
Homenatge a Guillem Rosselló Bordoy, de Ramón Rosselló y Jaume Albertí (2002).
Vigilància Marítima a Banyalbufar (Josep Segura Salado. 1998).
Guia de passeig (Gaspar Valero y Jaume Albertí. 2000).
Banyalbufar i la Seva història (Toni Sastre 1998)
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