Cuando la Psicología Clínica sale del consultorio ¿Qué podemos hacer para aportar nuestro granito de arena en un mundo tan lleno de tragedias? ¿Qué contribuciones podríamos ofrecer, no solo los psicólogos sino todo el mundo a esa realidad, que nos haga volver a soñar e imaginar una realidad diferente de la que estamos viviendo?
Está claro que estamos manteniendo un modelo de vida individualista que nos aparta de los demás, nos viene encima y nos pone en contra uno de los otros. Necesitamos un cambio de modelo y lo necesitamos ya. Los científicos y ecologistas nos orientan con su conocimiento sobre qué hacer y cómo proceder respeto de la basura, consumo, alimentación, combustibles, etc. Sin embargo, por otro lado, ¿qué puede ofrecer la Psicología Analítica en ese sentido? Es ahora, cuando necesitamos que esta salga del consultorio y nos oriente sobre cómo contribuir.
Los consultorios no dan a vasto con las citas individuales, la realidad nos invoca hacer algo más grande, comunitario, desde una mirada diferente a la que vivimos, pues hay mucha gente en la comunidad dispuesta a sumar, ayudar y contribuir.
Esa es una angustia que me acompaña desde mi adolescencia y atraviesa toda mi carrera como psicólogo clínico. Es decir, ¿es posible llevar la psicología clínica, profunda a personas con distintos tipos de carencias que necesitan el apoyo de otros? Ya he coordinado algunos proyectos en esa dirección, pero desde principios de 2023 encontré una metodología que me gustaría compartir con ustedes y que me hizo temblar por dentro, el Sandwork o el Trabajo Expresivo con Arena (TEA).
Conocí el proyecto a través de su gestora y fundadora, Dra Eva Pattis Zoya en un congreso de psicólogos. Me acuerdo con vivacidad que mientras lo exponía y lo explicaba, era como si estuviera hablando conmigo individualmente y contestando mis más antiguas y angustiantes inquietudes.
El TEA tiene sus raíces en China donde ella se encontraba trabajando con colegas psicólogos en formación como analistas junguianos, quienes estaban preocupados por el creciente número de niñas y niños con discapacidad institucionalizados. Esto como resultado de la política de control de natalidad de solo un hijo por pareja, aún vigente en ese momento, frente a la cual muchas familias optaban por el hijo varón. Posteriormente con las experiencias de Johannesburgo y Colombia se consolido un modelo de formación para personas voluntarias que no siendo psicólogos ni psicoterapeutas, querían ser parte de esto para poder llegar a más niños y niñas de distintos países.
No hace falta decir que este hermoso proyecto coordinado por la International Association for Expressive Sandwork (IAES), se expandió y ha pasado fronteras sudafricanas, alemanas, italianas, ucranianas, colombianas, argentinas, brasileñas, rumanas, chinas, malasia, palestinas, Tíbet y ahora al final nos hemos encontrado el proyecto y yo, brasileño, migrante, psicoanalista junguiano con mis inquietudes en España. Un encuentro de “millones”, de esos que toca el propósito del alma.
Desde mayo de ese año con la ayuda del Párroco Felipe de la iglesia Nuestra Señora de la Misericordia en Vallecas, Madrid, más el apoyo de la IAES a través de la coordinación de Maria Claudia Munévar, y así como yo, la querida amiga colega voluntaria-coordinadora, Georgeanne Onofrio, el proyecto arrancó con 10 niños entre 6 a 12 años en situación de vulnerabilidad y 12 voluntarios que pusieron a disposición su tiempo y energía para poder hacer todo esto juntos.
La metodología creada y desarrollada por la IAES ofrece a esos niños un lugar seguro y acogedor para que puedan jugar en una caja de arena teniendo a su disposición miniaturas de distintas categorías para que puedan crear sus mundos. Esto sucede durante doce encuentros, cada uno de ellos acompañado por un voluntario capacitado para aprender a acompañar de un modo diferente, mientras observan y escriben lo que ven y sienten mirando a los niños jugar.
Una experiencia fantástica y transformadora que yo como voluntario junto a esos compañeros increíbles y un grupo maravilloso de voluntarios, estamos encantados de ser los pioneros en inaugurar la metodología en tierras españolas y ayudar aquellos que pueden devolvernos la capacidad de crear e imaginar un futuro diferente. Si señoras y señores, son ellos, los niños(as) los únicos capaces desde mi mirada hacernos soñar otra vez.
Para finalizar a fines de noviembre terminamos la primera temporada con el alma llena. Ciertos de que esos encuentros potentes trajeron muchos beneficios psicológicos a estos niños, me encantaría compartirlos con ustedes, pero eso es asunto para otro día.
Ivan Marcel
Ivan Marcel Calusne Venancio, psicólogo, psicoanalista junguiano, especialista desde hace 19 años en psicología clínica, compleja y arquetípica. Temas profundizados: Sueños, ansiedades, depresiones, trastornos de personalidades, sexualidad, enfermedades somatizadas, cuerpo, suicidio, masculinidades, inmigración, yoga, surf, arteterapia y procesos grupales.
Coordinador voluntario certificado en España de la Internacional Association for Expressive Sandwork (IAES)
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