Tras el paso de la DANA que causó fallecidos y fuertes lluvias e inundaciones en Valencia, miles de personas siguen colaborando en labores de limpieza y recuperación de las áreas afectadas. Sin embargo, la exposición continua al agua contaminada y al lodo en estas zonas inundadas conlleva un riesgo de infección por la posible ingesta de agua o alimentos contaminados y la inhalación de patógenos. Esto subraya la importancia de seguir las recomendaciones de salud pública y la necesidad de una vigilancia estrecha para prevenir brotes infecciosos.
Protocolo de vigilancia para prevenir infecciones
Ante la posibilidad de infecciones en zonas afectadas por la DANA, el Ministerio de Sanidad y la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana han implementado un protocolo dirigido a los profesionales sanitarios. Su objetivo es la detección precoz de infecciones relacionadas con la exposición a aguas contaminadas, permitiendo una respuesta rápida para controlar potenciales brotes.
Este plan establece una evaluación diaria de las personas expuestas a zonas inundadas. Así, cualquier caso sospechoso puede ser identificado rápidamente, su evolución puede ser monitorizada y, si es necesario, se podrán activar medidas de control. La vigilancia abarca tanto a los residentes de las zonas afectadas como a los voluntarios y convivientes de personas expuestas.
Criterios de vigilancia
El protocolo define dos criterios para la identificación de casos sospechosos: epidemiológico y clínico.
- Criterio epidemiológico: Incluye a cualquier persona que haya estado en contacto con las zonas inundadas.
- Criterio clínico: Cualquier síntoma que sugiera una enfermedad infecciosa es motivo de seguimiento.
Enfermedades a vigilar
Se han clasificado las enfermedades en función de su vía de transmisión, prestando especial atención a aquellas que tienen un mayor potencial de contagio en estas circunstancias:
Transmisión alimentaria-hídrica:
- Gastroenteritis aguda (leve o grave).
- Ictericia aguda.
- Sospecha de leptospirosis.
Transmisión respiratoria:
- Neumonía.
- Meningo-encefalitis aguda.
- Fiebre con exantema.
- Sepsis.
Signos de alarma
Es fundamental que cualquier persona que haya estado expuesta a las zonas inundadas esté atenta a ciertos síntomas que pueden indicar una infección grave y requieran atención médica urgente:
- Fiebre elevada y persistente.
- Diarrea o vómitos intensos.
- Dolor abdominal agudo.
- Coloración amarillenta en la piel o los ojos (ictericia).
- Orina de color oscuro.
- Tos persistente o dificultad para respirar.
- Erupciones en la piel.
- Dolor de cabeza intenso o rigidez de cuello.
- Confusión o agitación.
- Heridas abiertas con signos de infección.
- Sensación de estrés o ansiedad exacerbada.
Actualización en los centros de salud
La Consellería de Sanitat mantiene actualizada la situación y las directrices para los centros sanitarios en su sitio web, facilitando a los profesionales de salud y a la población el acceso a las recomendaciones más recientes.
¿Es necesario vacunarse?
Aunque actualmente no se contempla una campaña de vacunación masiva, las autoridades han reforzado la disponibilidad de ciertas vacunas relevantes, como las de tétanos, difteria y hepatitis A. Las personas con heridas deben asegurarse de tener actualizado su esquema de vacunación antitetánica. Además, los profesionales sanitarios revisarán el calendario vacunal de quienes acudan a consulta para comprobar que tienen las inmunizaciones al día.
Las campañas de vacunación para la gripe, COVID-19, virus respiratorio sincitial (VRS) y las vacunas sistemáticas continúan desarrollándose sin cambios.
En momentos como estos, la cooperación entre los profesionales de salud y la población es esencial para garantizar una recuperación segura y evitar problemas sanitarios adicionales.
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