Ya os he comentado, a veces, queridos "leyentes" la falta de humanidad y concordia en la clase política.
El ciudadano de a pié, si, ese que cada día va a su trabajo, el que lo tiene, claro, o el que no goza de tal derecho y se pasa el día en el café de turno, eso si le basta para ese café, o dando tumbos por ahí, comiéndose el coco para resolver cómo llega a fin de mes, el ciudadano/a, que se busca la vida como puede para poder vivir al menos con un mínimo de dignidad.
O ese otro/a, ciudadano/a, que ve como su barriada está desasistida en todos los aspectos, toda esa buena gente, esas personas como ustedes señoras y señores/as políticos/as, al llegar a casa, se encuentran con el informativo de la tarde noche y frente a su medianamente decente cena, han de tragar ademas de el solido comestible, con las desavenencias políticas que no hacen más que minar su ya deteriorada moral.
Es difícil gobernar, lo se, hay que contentar a todos, y también sé que esto es difícil, sobretodo porque en este sufrido país, practicamos el noble pero peligroso, a veces, por aquello de que la avaricia rompe el saco, el deporte de la disconformidad en todo o casi todo.
Ustedes señores políticos están dando una mala imagen, y no es de ahora, que da verdadera pena con sus rencillas y batallas interiores que no conducen más que al despiste de los sufridos contribuyentes.
Hay que arreglar muchas cosas pero mirando siempre por el bienestar del pueblo que a su vez es soberano, ese pueblo que se manifiesta en las calles con todo el "derecho" que les otorga la "CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA" que les iguala a todas y todos en deberes y derechos, reclamando una una justicia justa, una libertad sin libertinaje, una decencia política y un derecho a vivir pidiendo ser escuchados.
Esa dignidad y esa paz, propia de los países "civilizados".
En las elecciones, cerca, o no, no nos cuenten milongas, ni se monten ningún "quilombo" para repartirse votos y escaños, cuenten la verdad en sus respectivos mítines y dejen bien claros sus programas electorales, sin mentiras, sin tapujos y sin corruptos.
Se lo deben a estos ciudadanos/as de este maravilloso país, unos ciudadanos que a buen seguro a estas horas ya saben a quién NO votar.
Así que aclaren bien sus gargantas y sus ideas, y miren por el bienestar de ese pueblo que actualmente sigue "jodido y cabreado".
En las urnas nos vemos, si el tiempo y la autoridad pertinente lo permiten.
Que tengan un muy buen día.
✍ Francesc Jusep Bonnin
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