Hay un deporte, tan sano como muchos otros, y del que nunca se habla… Es una práctica, que como todas las demás exige tiempo, constancia y un entrenamiento a diario, durante años.

Uno no aprende nada importante de un día para otro. Cualquier cosa valiosa exige de un esfuerzo mantenido en el tiempo hasta que lo ocasional se convierte en una rutina. Los cambios de estilo de vida requieren de tiempo, y mi propuesta tal vez sea una de las mas complejas de aprender.

Os propongo que practiquéis el “desapego”. Ese es el deporte que mas satisfacciones os va a brindar.

Para acercarnos a la idea real del desapego, primero hay que entender qué es el apego:
“El apego es un estado emocional de dependencia a una cosa, a una situación o persona”. El primero en definirlo fue el psicólogo John Bowlby. Según él, la conducta de apego tiene dos funciones básicas: una función biológica, que es obtener protección para asegurar la supervivencia, y la otra de carácter más psicológico, la de adquirir seguridad.
La definición de desapego en el diccionario tiene unas connotaciones muy negativas.

Desapego:
“Falta de afecto o interés por una persona o una cosa” . “Falta de afición o interés, alejamiento, desvío. ”
Sinónimos de desapego son: Desinterés o desafecto, frialdad, esquivez, distancia, indiferencia, impasibilidad, distanciamiento, alejamiento.

Para mí, obviamente no tiene nada que ver con eso. Desapego estaría cerca de “no suponer” que tenemos, lo que nos permite desengancharnos, desvincularnos y no aferrarnos a algo que nos puede generar dependencia.

DesapEGO, despegarte de tu ego. Deshacerte de tu EGO. Que es quien te obliga, con engaño a apegarte a lo que te mantiene dentro de tu zona de confort. Y, es ego, que te conoce y sabe como engañarte, para lograrlo, utiliza las armas que sabe que mejor funcionan contigo: El miedo, la dependencia, la pereza, la inseguridad…

Desapegarse significa perder muchos miedos: A la soledad, a la opinión de los otros. La personas desde el desapego pueden hacer cosas por s í solas con plena seguridad y sin tener que depender de la opinión de otros.

Para practicar el desapego has de mantener una posición de equidistancia, de observación imparcial donde tu mente es el objeto principal de curiosidad. Me miro desde fuera, me observo, no me juzgo, no me machaco, pero me mantengo a distancia. Tendemos a confundirnos con nuestros pensamientos: Yo soy lo que pienso, yo soy mi mente. La mente es un instrumento de medida y como tal, sujeta a errores.

Como piensas es fruto de un aprendizaje, de tus experiencias, y sobre todo de un proceso lo mas cómodo posible de adaptación cargado de creencias y supuestos. Para ser dueños de nuestra propia existencia hay que desapegarse mucho. Nuestros apegos nos atan al pasado, nos anclan y nos dejan ahí de manera permanente.

Desapegarse es despegarte de tu propia historia, de quien fuiste e incluso de quien eres… En el fondo nuestra fantasía es controlar el presente, y el futuro, dando por hecho de que repitiendo lo que nos ha funcionado antes, va a funcionar siempre. Y eso es mentira. Nada es absolutamente controlable, hay que perder esa fantasía de control.

Desapegarse significa aceptar nuestra incapacidad para controlarlo todo. Supone aceptar el riesgo, lo inverosímil, lo inesperado… Asumir las perdidas, las decepciones, que van a ocurrir de manera inevitable.

Asumir que nunca voy a estar a salvo de poder perder, pero vivir desahogadamente las perdidas al menos las hará menos dolorosas.

Vivir desapegadamente supone vivir con calma y probablemente es una clave de la felicidad y una gran liberación emocional. No tengo nada, no puedo perder nada…​
“Desapego es aprender a amar, a apreciar lo que tenemos y a involucrarnos en las relaciones de una manera má s sana y equilibrada ”

Acerca del autor de la publicación

José Manuel Valverde

Expresidente del Colegio de Médicos de Baleares, Médico de Familia, Sexólogo y Psicoterapeuta.

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