Por si el caso se diera, déjenme que les diga que el actual presidente de la admirable nación de Colombia no es un ex terrorista por habérsele aplicado una redención tan patriótica como discutible. Este personaje atesora el calificativo sin el “ex” porque el terrorismo imprime carácter y nunca baja a un segundo nivel, así es que él ha sido, es y será un reconocido terrorista en cualquier capítulo de la historia, esa que tanto usa como desprecia.

Dice que es economista y supongo que con el sobre título de Doctor. Aclárenos pues si la máxima valoración de su carrera la dirigió otro farsante de la educación llamado Pedro Sánchez, presidente del Partido Sanchista, Obsoleto y Esperpéntico que desgobierna España en colaboración con las chavistas que se sientan en las reuniones del Consejo de Gobierno en el Palacio de la Moncloa.

Pues, ¡qué mal me lo fiáis! porque desde que el Sr. Petro ocupa la poltrona presidencial en La Casa de Nariño el peso colombiano anda en devaluación permanente. Entonces 1 euro tenía una contra equivalencia de alrededor de los 3.500 pesos, hoy, sin ir más lejos supera los 5.000. Y si hablamos de la cifra que valora el Producto Interior Bruto del país (PIB) digamos que aumentó del 51,9% al principio de su mandato al actual del 54,2%, reconociendo los expertos en macroeconomía que se trata de la cifra más alta de los últimos 25 años.

Por su parte el Banco de la República, organismo nada proclive a aplicar malas artes a la hora de referenciar la inflación interanual de éste pasado mes de marzo, nos indica que ésta alcanzó el 13,34%, aumentando medio punto más que la del mismo mes del año pasado. Y los precios de la cesta de la compra siguen disparándose al alza cada día.

Y creo que podemos preguntarnos: si la economía del país va cómo va en manos de este economista, ¿cómo irán la salud, las obras públicas, la educación, las fuerzas militares, etc. etc. etc.?

Me cuesta mucho creer que pueda haber gente tan imbécil o desproporcionado en sus entendimientos. El pasado 1 de mayo en un acto para conmemorar el día de los trabajadores, no tuvo mejor idea que incluir en su discurso un reclamo en forma de “alabar a los colombianos que impulsaron la República y defendieron la libertad sin entender muy bien si consistía en liberarse del yugo español de la Corona, de destronar reyes, duques y príncipes, de separar con privilegios unos seres humanos de otros, de acabar con un régimen productivo de esclavistas que condenaban al hombre negro, a su familia, a sus amores, a sus hijos, a sus nietos a ser esclavos por perpetuidad”.

A ver Sr. Petro, ¿diría usted que colocar en el ejecutivo que usted preside a un compañeros en el terror del M19 como Director general del Departamento administrativo de la Dirección Nacional de Inteligencia no es una privilegio que separa a unos seres humanos de otros? El personaje en cuestión es un tal Manuel Alberto Casanova que se las da de filósofo pero que de la materia que deberá tratar no tiene ni pajolera idea. Que otro terrorista controle la Dirección General de Inteligencia de Colombia, es para que los colombianos se lo hagan mirar.

Le recomiendo Sr. Peto que se lea un libro titulado “Nada por lo que pedir perdón” de Juan Marcelo Gullo Omodeo, un argentino nacido en Rosario y convencido peronista, doctor en ciencia política por la Universidad de El Salvador, magíster en relaciones internacionales por la Universidad de Ginebra y graduado en estudios internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid, entre otros títulos y desarrollos. En él afirma en un trabajo de investigación amplio y fundamentado que “España no conquistó América, España liberó América” y dice que “ En América antes del 1.492 se asemejaba más al infierno que al paraíso, pues reinaban en el nuevo mundo los sacrificios humanos, el canibalismo, la esclavitud, el machismo y la prostitución”. ¿Y alguien se puede creer que fue el “yugo español de la Corona”el que condenó a sus amores, a sus hijos y a sus nietos a ser esclavos por perpetuidad? Claro que ahora entiendo porqué se convirtió en terrorista si no fue para liberar a los colombianos de la época y aún a los actuales de tanta ignominia.

Sepa usted, porque así está escrito, que Su Majestad la reina Isabel La Católica dejó anotado en su testamento el texto literal de su exigencia con respeto al pueblo indígena que había conquistado…

“e non consientan e den lugar que los indios vezinos e moradores en las di- chas Indias e tierra firme, ganadas e por ganar, reciban agravio alguno en sus personas e bienes; mas mando que sea bien e justamente tratados.

E si algún agravio han rescebido, lo remedien e provean, por manera que no se exceda en cosa alguna de lo que por las Letras Apostólicas de la dicha concesión nos es infundido e mandado”.

Es cierto que se produjeron abusos de los encomendadores a los indios pero lo es también que fueron denunciados durante la primera etapa antillana, recordándoles que el indio tenía la condición de hombre libre y de que los encomendados no eran propiedad de los encomendadores. A renglon seguido Nicolás de Ovando, primer gobernador real tras la destitución de Cristobal Colón en ese mismo cargo impuso tributos a los indios como súbditos de la Corona, bien igual que eran tratados en el territorio patrio peninsular, y ordenó que ningún español se sirviese de los indios sin la voluntad expresa de estos a trabajar y retribuyendo su trabajo como les pareciese justo”. ¿Se entera usted Sr. Petro? ¿Conoce usted, señor Petro el alcance de la palabra esclavitud? Probablemente sí, a tenor de sus tejemanejes con otro personaje vecino suyo y que se apellida Maduro. Usted acabará por esclavizar a su pueblo con una ideología tercermundista y kafkiana, y ningún “yugo español de la Corona” le podrá echar una mano. Cuando recibió la Gran Cruz y Collar de Isabel La Católica sopórtela con la dignidad que usted no tiene, Ella veló por el cumplimiento de cualquier postura contraria al esclavismo, usted en cambio es el paradigma de todo lo contrario. Juzgar en el siglo XXI los acontecimientos ocurridos en el XV como si se hubieran producido hoy mismo es, como mínimo, de dudosa capacidad intelectual.

Si sabe usted señor Petro algo que le permita juntar letras, y ya no aspiro a que también sepa leer (a tenor de la soflama sin venir a cuento del día 1 de mayo pasado) compruebe que algo bueno sí que hicieron los españoles que hollaron aquellas benditas tierras como por ejemplo fundar 32 Universidades, a saber: en República Dominicana (3) (y fue la primera en 1.538), en México (8), en Colombia (4), en Nicaragua 1, en Venezuela (1), en Perú (4), en Ecuador (3), en Argentina (1), en Chile (3), en Guatemala (2), en Cuba (1) y en Panamá (1). Todas ellas fueron Universidades para ricos y pobres, para hispanos y para indígenas.

De paso también se fundaron solo en el siglo XVI casi 700 ciudades, muchas de las cuales siguen esplendorosas aunque alguna de ellas llegara a cambiar su nombre.

Y bueno será recordarle al mandamás de La Casa de Nariño que la espada del libertador que paseo ante el Rey de España desplazado a Colombia para cumplimentar al nuevo presidente de la República en su toma de posesión, fue una ofensa a nuestro Jefe del Estado. Quien la empuñó fue un militar caraqueño llamado Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco que en guerra contra el ejército de la realeza hispana firmó su célebre y macabro “Decreto de guerra a muerte” en la que se premiaba a todo aquel que trajera la cabeza de un realista español. Ahí nos encontramos con el acto de pasear la espada de Bolívar ante nuestro Rey. Si fue un acto de reivindicación envuelto en una amenaza fue una pobre demostración del nivel de un personaje que en este viaje a España, lo ha recibido precisamente Su Majestad el Rey, el mismo al que usted ofendió. Pues vea que el Consejo de Gobierno del Reino de España celebrado unas horas antes de que se apeara del avión en Barajas le concedió la Gran Cruz y Collar de la Orden de Isabel la Católica, que no rechazó a pesar del yugo español de la Corona.

Grandes hombres como el Mariscal Jorge Robledo dejó impronta de su paso por Antioquia a quien los anales de la historia le atribuyen su condición de conquistador y fundador de muchas de las ciudades que hoy en día siguen en pie. En Medellín todo un barrio lleva su nombre y el bellísimo pueblo de Jardín, luce al aire libre una pieza de bronce que reconoce su paso por la historia colombiana en una dedicatoria del pueblo dejando constancia de su reconocimiento por los esfuerzos para unir y mezclar a las gentes del mundo colonizador con los indígenas del lugar. Señor Petro, lea lo plasmado en ese retablo metálico y vea cómo se escribe la verdadera historia que el pueblo de Jardín ha dejado como testimonio. Señores, los únicos esclavos a perpetuidad son los que este terrorista ha dejado sembrados en su época del M19 y a los que está convirtiendo hoy mismo con sus falsas promesas.

¿De verdad Sr. Sánchez Pérez-Castejón que la indumentaria del frac usada en grandes galas es un símbolo de capitalismo que sirve a la anti democracia? Y usted a invitado a este patán que viene a nuestro país a insultar a nuestra historia y a nuestra manera de ser. Que el Dios misericordioso le conserve la vista y el oido porque de lo demás no tiene arreglo.

Todo un despropósito que ambos dos tendrían que tener muy en cuenta. Como bien dice una publicación de La Vieja España: La sociedad que camina hacia el futuro sin la luz del pasado camina entre tinieblas.

ÚLTIMA HORA Fiscal general de la república de Colombia emite pronunciamiento institucional. URGENTE.

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