Últimamente me siento con un humor muy «escatológico»
El «humor escatológico» es un tipo de sátira relacionada con los productos fisiológicos y corporales propios de la flatulenta defecación.
Y España está estreñida, pronto sufrirá de dolorosas hemorroides en las próximas elecciones generales… Por ello, para algunos idealistas, es la hora de la peineta electoral.
En noviembre de 2023 habrá, probablemente, elecciones generales. Durante estos próximos 10 meses el PSOE y sus orcos asociados tratarán de endulzar a toda costa, cueste lo que cueste, el descalabro electoral al que están, por el momento, avocados.
Todo es humo, si consiguieran volver a gobernar durante los siguientes 3 años expoliarían los bienes de los españoles, a los que algo les quede claro, además de ir aumentando la deuda a niveles imposibles.
Exactamente lo mismo pasará si gana el corrupto PP, a la historia me remito y, por cierto, estará la tropa de enanos mentales de la corbata verde haciéndoles palmadas, con éstos últimos pasará lo mismo que en su momento con Podemos: «Repartimos estopa hasta que gobernemos pero luego, cogemos».
No hay plan, voten a quien voten, prometerán lo que no pueden hacer, todo está bien atado para que cambie la superficie de lo que en profundidad nada cambiará.
España está controlada por un conjunto de familias, apellidos ilustres, grandes empresarios, corporaciones internacionales y servicios de inteligencia como la CIA.
Si usted no está bien enchufado, colocado, paniaguado o está metido en el engranaje económico local que le permita subsistir con alguna dignidad, si tiene el valor de hacerlo, haga una peineta electoral en las próximas elecciones, que vote la «santa madre» del político, del funcionario, del colocado, del enchufado, del paniaguado… Son tantos que hablamos de millones, por eso siempre conservan la representatividad.
Aún así, es mejor vender humo, hacer creer a la gente que puede cambiar algo, bueno, de hecho, nos dejamos mentir, manipular y estafar ¿saben por qué? Porque siempre es mejor una falsa paz que una destructora guerra.
De hecho, salvo que estés metido en el ajo y sabes que en el fondo vives de ello, creo que muchos van a votar para disfrutar de una palmada en el ego, pensando que su insignificante voto significa algo.
Se lo aclaro un momento con números:
Piensen que por cada pensionista (más de 9.000.000) sólo hay poco más de 2 trabajadores. Pero esperen, resulta que no se nos debe olvidar que muchos de esos «trabajadores» son funcionarios, es decir, hay 3.000.0000 de personas que hay que subir a las espaldas de aquellos que no tienen la fortuna de trabajar en condiciones «privilegiadas».
Pónganse pues a temblar, si hay 20.084.700 trabajadores en nuestro país, de los cuales el esfuerzo real lo sostienen 17.000.000, de los cuales un casi un 20% trabaja en precario, tanto que es pobre. Es decir, que la media de pensionistas ya supera lo que cobran un 19.8 % de los trabajadores españoles que a pesar de trabajar son pobres.
El gobierno para poder mantener vivo al paciente en estado tan grave simplemente lo que hace es generar más y más deuda. Esta deuda es a su vez controlada por entidades privadas, que simplemente, se están quedando con todo el planeta.
Tranquilos, está la agenda 2030 y tienen mecanismos de control social para lograr que usted se arrodille ante ellos y además se crea que usted ha sido el artífice.
Napoleón Bonaparte, acertadamente, decía que la religión es lo que impide que los pobres asesinen a los ricos, de hecho, aseguraba en su época que 10 soldados no podían controlar un pequeño pueblo, mientras que un cura sí.
Ahora, además de tener, todavía los curas, tenemos todo tipo de credos, afiliaciones, elecciones, fútbol y Netflix…
Ah, se me olvidaba, nunca la sociedad había estado tan narcotizada, de hecho, casi nadie asocia la diversión en estado natural, sobrio e inteligente… ya saben, alcohol, porros y otras sustancias como sucedáneo de felicidad para infelices que con el tiempo se convierten en formas de dejar de ser tan infeliz, pero nunca sin dejar de serlo.