Ser hijo/a es difícil, pero ser padres es complicado. Porque hagas lo que hagas, nunca lo harás bien para ellos.

Cuando son pequeños crees que puedes de alguna manera “dominarlos”, ¡mentira!. Son ellos los que acaparan nuestras agendas y van seleccionando los horarios y lugares donde ir. Al final acabas en los mismos lugares de siempre, si no hay algún cumpleaños por en medio. Yo no recuerdo haber tenido una vida social tan activa, como cuando mis hijos eran pequeños. Incluso más de una vez el mismo día uno tenía un cumpleaños y el otro a la misma hora, pero en la otra punta de la ciudad. ¿Habéis intentado cruzar la ciudad en hora punta? Eso sí que es tener la muerte persiguiéndote, porque vas tan disparado, que incluso tu mismo adelantas a la parca que te esta haciendo señales para que vayas con ella.

Sólo en cumpleaños a final del año, no te basta una nómina entera para cubrir los regalos y la gasolina. Puedes elegir que no vayan, no obstante en tu interior hay una vocecita que te indica que la sociabilización es adecuada para que se desarrollen mentalmente estables. Aquí es cuando me pido y en el colegio que hacen, ¿no sociabilizan?

La respuesta es que en los colegios se enseña y los padres educan. Y estoy de acuerdo, aunque ya que enseñan, podrían poner la asignatura de comunicación, por ejemplo. ¿Habéis intentado tener una conversación con un adolescente?. Todo se traduce en una serie de sonidos ilegibles que salen de su boca o el constante asentimiento de su cabeza; que con tanto cabeceo te preocupa que no se le desencaje la cabeza. Al final él se marcha a su cuarto, el perro sentado enfrente de ti y piensas «Bueno por lo menos alguien me ha escuchado«

Otro punto diferente es cuando la profesora te dice que tu hijo debe ir al psicólogo, aquí la verdad es que te entra la sudoración fría y piensas «mi hijo es un psicópata» o «mi hijo es un Albert Einstein «. Pues ni lo uno ni lo otro. Solo ha saltado la alarma.

Ahora, ante cualquier alarma, el niño debe ir al psicólogo. Perfecto estos especialistas deben pagar la hipoteca a final de mes, como todos los mortales. Eso me hace pensar que a los de nuestra quinta o éramos unos cracks que nunca pisamos un psicólogo o la educación de la chancleta funcionaba de maravilla. Supongo que eran otros tiempos, otras maneras de educar.

Donde el respeto lo asimilabas en la genética, donde ni se te ocurría levantar la voz a los padres, y donde la frase Oír, ver y callar era grabado a fuego en tu mente.

Los padres de hoy han pasado de ser la figura progenitora, a ser el colega del hijo. Aquí es donde hacemos el primer paso mal, pues los padres debemos ser padres y los colegas del hijo, sus amigos.

Con todo lo relatado, aún sigo pensando que ser padres es complicado

1 pensamiento sobre “Ser padres es complicado

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