Marie Skłodowska Curie (1867-1934) fue una científica polaca naturalizada francesa cuyas investigaciones revolucionaron los campos de la física y la química. Es célebre por sus descubrimientos de los elementos radio y polonio, así como por sus estudios pioneros en el campo de la radiactividad, un término que ella misma acuñó. A lo largo de su vida, Marie Curie recibió numerosos premios y honores, incluyendo dos Premios Nobel en diferentes disciplinas científicas, lo que la convirtió en la primera persona y única mujer en lograr tal hazaña. Este artículo revisa la vida, los logros y el legado de una de las figuras más influyentes en la historia de la ciencia.

Primeros años y educación

Marie Curie, nacida Maria Salomea Skłodowska en Varsovia, Polonia, mostró desde muy joven una notable aptitud para las matemáticas y las ciencias. A pesar de las restricciones impuestas a las mujeres en el ámbito educativo, Marie se dedicó a sus estudios con determinación. Después de completar su educación secundaria, trabajó como institutriz y maestra para apoyar a su hermana mayor, Bronia, en sus estudios de medicina en París. Más tarde, Marie también se trasladó a París, donde se matriculó en la Universidad de la Sorbona en 1891. Allí, sobresalió en física y matemáticas, obteniendo sus títulos superiores en ambas disciplinas.

Descubrimiento de la Radiactividad

En 1894, Marie conoció a Pierre Curie, un destacado físico francés, y se casaron al año siguiente. Juntos, comenzaron a investigar los misteriosos «rayos» que Henri Becquerel había descubierto en sales de uranio. Marie Curie observó que estos rayos permanecían constantes, independientemente de la forma o condición del uranio, y concluyó que debían originarse en el interior del propio átomo, desafiando las teorías contemporáneas de la física.

En 1898, los Curie anunciaron el descubrimiento de dos nuevos elementos: el polonio, nombrado en honor a Polonia, y el radio, que mostró ser significativamente más radiactivo que el uranio. Este trabajo culminó en la teoría de la radiactividad, que reveló la existencia de partículas subatómicas y transformó nuestra comprensión de la estructura de la materia.

Documental en RTBE Televisión de Marie Curie: Pionera de la Ciencia Moderna

Premios Nobel y reconocimientos

Marie Curie fue galardonada con el Premio Nobel de Física en 1903, compartido con Pierre Curie y Henri Becquerel, por sus investigaciones conjuntas sobre la radiactividad. En 1911, recibió el Premio Nobel de Química por sus descubrimientos del radio y el polonio, y por su investigación sobre las propiedades químicas de estos elementos. A pesar de enfrentar prejuicios de género y numerosas dificultades financieras, su perseverancia y rigor científico establecieron un estándar para futuras generaciones de científicos.

Vida personal y tragedias

La vida personal de Marie Curie estuvo marcada por tragedias y desafíos. En 1906, Pierre Curie murió trágicamente en un accidente de tráfico, dejando a Marie devastada pero resuelta a continuar su trabajo. Asumió la cátedra de física en la Sorbona, convirtiéndose en la primera mujer en enseñar en la universidad. A lo largo de su vida, Marie tuvo que equilibrar sus responsabilidades familiares con sus investigaciones, crió a sus dos hijas, Irène y Ève, y a menudo trabajó en condiciones peligrosas sin la protección adecuada contra la radiación.

Contribuciones durante la Primera Guerra Mundial

Durante la Primera Guerra Mundial, Marie Curie aplicó sus conocimientos científicos para salvar vidas en el frente de batalla. Desarrolló unidades móviles de radiografía, conocidas como «Petit Curie», que permitían a los médicos realizar diagnósticos precisos en el campo. También entrenó a un equipo de mujeres para operar estas unidades, demostrando su compromiso no solo con la ciencia, sino también con el bienestar de los soldados heridos.

Legado y muerte

Marie Curie murió en 1934 a causa de una anemia aplásica, una enfermedad vinculada a su prolongada exposición a la radiación. Su legado perdura en múltiples frentes. Sus trabajos pioneros sentaron las bases para el desarrollo de la física nuclear y las aplicaciones médicas de la radiactividad. Su hija Irène Joliot-Curie también se convirtió en una destacada científica y ganó el Premio Nobel de Química en 1935 junto a su esposo Frédéric Joliot-Curie, por su descubrimiento de la radiactividad artificial.

El Instituto Curie, fundado por Marie en París, continúa siendo un centro de investigación líder en el estudio del cáncer y la radiactividad. En 1995, Marie Curie se convirtió en la primera mujer en ser enterrada por méritos propios en el Panteón de París, un honor reservado a las figuras más ilustres de Francia.

Conclusión

Marie Curie es un ejemplo inspirador de dedicación y excelencia en la ciencia. A pesar de las adversidades y las barreras de género, su inquebrantable pasión por el conocimiento transformó nuestra comprensión del mundo natural y abrió nuevas fronteras para la investigación científica. Su vida y obra continúan siendo una fuente de inspiración para científicos y científicas de todo el mundo, subrayando la importancia de la perseverancia, el rigor y el compromiso con la verdad científica.

Acerca del autor de la publicación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
1
¿Cual es tu información o denuncia?
GRUPO PERIÓDICO DE BALEARES, tan pronto nos resulte posible, será atendido, gracias.