Los niños de la guerra de Ucrania
En una guerra no hay bandos ganadores, ambos pierden, aunque unos más que otros. Vidas detenidas en el minuto uno de la guerra, familias separadas, familias que han tenido que dejar toda una vida detrás, otras en cambio, sus vidas están sepultadas por los restos que un día fueron su hogar, familias rotas por la muerte o la desaparición.
Territorios devastados, ciudades que fueron fundadas con el sudor de un pueblo orgulloso de poder avanzar hacia el futuro, ahora son ruinas y no queda nada de lo que fueron. Cementerios improvisados en las cuentas de los caminos, donde nadie llorara al que partió.
Genocidios que seguramente, aunque el tribunal de La Haya los ha reconocido, nunca los que dieron la orden y los que las ejecutaron no serán juzgados jamás.
Dentro de todo esto, hay una parte de la población que son los niños, los cuales son los que más han perdido en esta guerra. Una vez más, como en todas las guerras, las decisiones imprudentes de los adultos están poniendo a la infancia en un riesgo extremo. No hay ninguna operación armada de este tipo que no perjudique a los niños.
Los cerca de 8 millones de niños y niñas ponen en riesgo su vida
La cifra de 7,8 millones de niños y niñas de Ucrania no debe dejar a nadie indiferente y a ningún país que se crea ajeno a que esto no ocurra entre sus líneas fronterizas. La guerra pone en riesgo no sólo su vida, sino su bienestar y su equilibrio emocional. Después de un año de conflicto más de 1500 niños han perdido la vida, probablemente la cifra no sea la real, pues es altamente complejo saber las cifras exactas en estos tipos de conflicto.
Los niños que son separados de sus familias pueden llegar a ser el blanco perfecto de ser víctimas de la trata y la explotación de seres humanos. (UNICEF hizo un especial llamamiento de estos casos pidiendo a gobiernos de países vecinos que insten a controles de protección de la infancia y reunificando a los menores con sus familias).
A todo esto, habría que sumar la deportación de niños ucranianos a territorios rusos. Según el gobierno ucraniano, la cifra rondaría los, 16000 niños en deportaciones ilegales. El gobierno ruso no ha negado jamás haber capturado niños ucranianos. La adopción por parte de familias rusas, es una base de su propaganda.
Niños de la guerra en cifras
Lesia Zaburanna, diputada de Parlamento ucraniano, ha asegurado que, 9510 menores han podido ser localizados, 350 han sido dados por desaparecidos. Zaburanna dijo que la cifra de menores deportados representa el 20% de los niños de Ucrania. Señalando que al menos la mitad fueron separados de manera forzada de sus padres. “Al menos al 50% de los niños les dan la ciudadanía rusa y les cambian el nombre, lo cual nos dificulta poder identificarlos después para devolverlos con sus padres, les aseguran que en Rusia van a estar mejor, les venden una realidad falsa y después son separados de sus padres por la fuerza” dijo la parlamentaria.
Hay informes que indican que se trataría de deportaciones masivas con fines variados, entre ellos su reeducación en los valores rusos. Ucrania, por su parte, denuncia genocidio infantil.
La reciente publicación de los más de 6.000 menores ucranianos que fueron enviados desde zonas ocupadas hacia 42 «campos de concentración» en Rusia para su «reeducación», según el informe de la Universidad de Yale. En ese sentido, se solicitó a Rusia permitir que tanto las Naciones Unidas, como otros organismos, puedan tener un acceso que les permita identificar a los menores de edad, bajo la idea de buscar un bienestar común y, en la medida de lo posible, regresar a cada niño a Ucrania.
El ISW sigue considerando que la deportación forzosa y la adopción de niños ucranianos es una violación de la Convención de Ginebra para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio y un posible elemento constitutivo de una campaña de limpieza étnica más amplia.
Mientras a todo esto, Putin, hace oídos sordos a las peticiones, no reconoce la autoridad del tribunal Internacional de La Haya y sigue con sus amenazas de misiles tácticos
