Jacques Chirac, ex presidente de la República Francesa, antes también alcalde de París, decía algo así: «El problema de los votantes es que se creen las promesas políticas y luego consienten las mentiras de sus electos»… Por tanto, según su lógica, siempre, la responsabilidad última es de cada uno de nosotros.

Es más, según la psicología y antropología social, en lo que concierne a la sociedad, es imposible su organización y sobrevivir a sí misma sin mentirse entre sus miembros.

Las últimas investigaciones nos indican que para poder sobrevivir socialmente, una persona promedio miente entre 10 y 200 veces al día.

Por ejemplo, incluso hay mentiras perennes, piensen que hay más de 1.440 religiones, muchas de ellas muy dispares que, en su mayoría, los líderes de cada una juran «por Dios» ser la única verdadera por encima de las demás. Lo mismo pasa con las ideologías y partidos políticos.

Lo complicado, es que discernir como se disfrazan grandes mentiras con adornos de verdades cotidianas asociadas a estados emocionales con bases ideológicas, religiosas o filosóficas, requiere, definitivamente, una esfuerzo por parte de todo el que lo intente, que precisa intelecto, cultura y buena fue, además de motivación y tiempo, del que hoy en día, cada vez más gente, o no dispone o no quiere invertirlo en ello pues prefiere no perderse la última serie de Neflitx, HBO o Prime…

Acerca del autor de la publicación

Toni Bauzá

Director Contenidos y Audiovisual | Agente de Prensa | Mallorca

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