El próximo día 3 de septiembre se celebra la popular fiesta “Es Sequer” en Lloret de Vistalegre.

Una fiesta popular que empezó a celebrarse como tal en 1980, con vistas puestas a unas raíces de muchos residentes, raíces de antaño, raíces de una niñez diferente a la nuestra.

Pero que sin embargo esas raíces, son parte de nuestra historia. Para ello debemos trasladarnos a una época donde no existían los móviles, ni ordenadores, ni tan siquiera escuelas como las de hoy en día.

Los niños y niñas de esos años compaginaban su niñez de juegos, con la escuela y con ir a “ fora vila ” para no solo conocer las labores del campo, sino a ayudar a sus padres, hermanos, en definitiva, la familia.

En los campos la recolección de almendras, algarrobas e higos hasta finales de septiembre era la costumbre. Campos llenos de vida de árboles, los cuales su sombra cobijaba cuando el sol estaba en lo más alto. Higueras que resguardaban entre sus hojas a niños, adolescentes y gente del campo. Esos árboles que dieron sus frutos a un pueblo y sin quererlo, de sus raíces nació una tradición.

Donde la mayoría de las familias de Llorito, de esos años vivían del campo. Crecieron entre algarrobos, higueras y almendros. Recolectando lo que la tierra les provenía. Y resguardándose en “ Sa caseta des Sequer” refugio en las horas de más calor, lugar donde poder comer y descansar e incluso donde familias enteras, podían vivir todo el verano. Esas mismas casas de antaño, que hoy muchas de ellas abandonadas a su suerte y escondiendo entre sus paredes historias y romances de las muchachas de esa época, que recuerdan el paso del tiempo y del abandono de tradiciones para unos tiempos quizás mejores.

Y donde una vez finalizado la temporada de la recolección de los higos, en las diferentes fincas del pueblo solían reunirse a bailar “ Balls de Sequer ” coincidiendocasi siempre en domingo.

A día de hoy esas raíces, siguen en muchos de sus lugareños. Sobre todo, en los más mayores que recuerdan con cierta nostalgia los años pasados, pero no olvidados. Esa nostalgia me es expresada con cada palabra de la Regidora de cultura Xisca Bonet y aunque es joven, cada recuerdo contado con detalle, te trasporta milagrosamente a eso tiempos.

Queriendo recuperar esas raíces, donde el pueblo y sus residentes eran los protagonistas. El ayuntamiento junto a la comisión logró recrear con años diferentes aspectos como cocinas antiguas, casas de piedras, exposiciones de higos. Pero como una montaña rusa la comisión fue menguando, cayendo el peso al ayuntamiento.

Este queriendo que fuera una fiesta de celebración, de recuerdo para y por el pueblo, fundo una comisión des Sequer. Para que en posteriores elecciones no influyera el partido que entrase en la alcaldía.

Es una fiesta para y por el pueblo, principalmente. Aunque a medida que los años van pasando, gente de diferentes pueblos han venido a ser parte de raíces no olvidadas.

Los más jóvenes también participan de esta fiesta, a través del grupo Brocalet y “Es
Gigants”.

Aun siendo una fiesta de antaño, traído a nosotros por historias de las familias. Hoy en el año 2022 se traduce en un acto de memoria, siendo el conjunto de ello una manera de que no se olviden nuestras raíces y nuestros mayores. Convirtiéndose en un homenaje de la gente que empezó a dar sus primeros pasos en las primeras fiestas, incluso de esos recolectores llamados Figuereles. Gracias a ellos a su trabajo, esto se convirtió en unas raíces de un pueblo, donde muchas familias del pueblo tenían figuereles o figuereleras entre ellos.

Aun siendo una fiesta propia del pueblo, hay gente de otras partes que se interesan por los talleres, personas que han nacido en la península y al vivir aquí se han introducido en la comunidad participando de las fiestas. La implicación de la gente hará que no se llegue a perder del todo, más bien la introducción de mas talleres y sobre todo que esta fiesta no desaparezca.

El personaje de Figuereles o figuereleras major, se sortea entre la gente que haya cumplido los 75 años y quiera participar. Y la introducción de los figuereles Joves, fue una manera de que los jóvenes fueran parte de la fiesta. Se realiza un sorteo entre los niños y niñas de edades comprendidas que van desde primero de primaria a sexto de primaria, siempre con el consentimiento de los padres.

Este año los jóvenes figuereles han recaído en Toni Gomila de 9 años, que será es Figueraler Jove y Neus Molina de 12 años que representara Figuerelera Jove.

Entre los figuereles major, fueron elegidos Mateu Tomas de 82 años y como Figuerelera a Magdalena Munar de 78 años.

Todos ellos orgullosos de que este año puedan representar el papel de sus ancestros y ser parte de la historia.

Desde nuestro medio de comunicación queremos dar las gracias al Ayuntamiento de
Lloret y a la regidora de cultura Xisca Bonet, ya que sin su implicación no hubiera sido posible la comprensión de esta fiesta.

Gracias a la regidora que me hizo trasladar con sus palabras a recovecos de sus recuerdos y hacerme participe de ellos. Cada palabra que iba saliendo de su boca era el puro entusiasmo de una esencia que radica en las raíces de cada habitante. Y que siendo agradecidos hace que esta esencia, engalanada en las calles, se respire por cada esquina estos días previos. Haciendo que los visitantes puedan respirar, puedan sentir e incluso saborear la esencia de pura historia.

La regidora explico brevemente a personas que no han sabido jamás de la existencia de esta fiesta. Simplemente era la celebración que daba a termino cuando se acababa la recogida de los higos de antaño. Siendo hoy un homenaje a todas unas generaciones que dejaron sus propias huellas, para que otros las siguieran.

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