Incertezas…
Serás tan feliz como tolerancia a la incertidumbre atesores, eso requiere coraje, voluntad e inteligencia.
Te ayudará, observar la realidad desde perspectivas que no lo hacías antes, pues, repetir demasiados patrones es estar muerto en vida. Es ser un yonqui de la dosis repetitiva de una experiencia que ya no te aporta sabiduría alguna.
No es lo mismo entender que experimentar, hay idiotas que experimentan continuamente su idiotez y no por ello la consiguen entenderla. De ahí, que el más inteligente es aquel que puede proyectar en su mente la comprensión de la experiencia de los demás.
Pensar no es más que un instrumento al servicio de una voluntad, pero una voluntad sin un propósito bien definido y estructurado te convierten en un imbécil que se regodea pensando la forma de poder echar la culpa de tus nefastos resultados en la vida a quien tienes más a mano.
La autoconciencia no es simple autopercepción, sino la comprensión de uno mismo en relación al entorno, lo cual entraña actuar en consecuencia para el bien común.
Lo más importante en tu vida lo define aquello en lo que inviertes tu tiempo, no en lo que crees o piensas ser. Nada es más importante que no dejar de respirar más de los minutos que puedas aguantarlo. De hecho, hay millones de personas que viven y mueren sin tan solo haber aprendido a hacer bien eso, respirar.
Las personas que deciden o participan en nuestro destino siempre lo harán en relación al coste y beneficio que crean que les aportemos. Para ellos, lo más importante, es hacerte útil para la sociedad que modelan bajo su interés particular… Al igual que en cualquier matrimonio, no existe un porque sí espontáneo, sólo la ignorancia selectiva de todo aquello que chirríe en la conciencia y la estética personal ante los demás.
Incluso una madre, ante un hijo drogadicto que no cambia a tiempo, lo acaba repudiando.