(Exclusivo) Unas fiestas navideñas que para muchos es más pobreza

Francamente sólo les deseo feliz navidad a los nobles de corazón sea cual sea su origen o condición, al resto les deseo carbón, pero no del dulce.

Entre otras cosas porque somos un país , entre otros, de los que más sufre estar bajo «la ley de hierro» de las oligarquías locales y globalistas, en otras palabras, somos plebeyos lamebotas de monarcas, lobbies de poder económicos perniciosos y políticos a su servicio.

Que me parece muy bien que sigan siendo los amos, pero que por lo menos, repartan un poco mejor las migajas con los de más abajo.

Saben ustedes que en el Reino de España la mayor parte de las ayudas públicas se destinas a quienes menos las precisan.

El 20% del sector de población más rico de nuestra nación se lleva, no sólo más, ni se conforman con el doble, sino que se llevan el TRIPLE de las ayudas públicas que su homólogo poblacional más pobre.

Ojo, que cuando me refiero al más pobre, no quiero ni mucho menos olvidarme del trabajador o pensionista que no puede llegar a final de mes, ni tampoco del autónomo o empresario asfixiado fiscalmente y estrangulado por la desleal legalidad que favorece a grandes corporaciones comerciales o protege los intereses de los comercios extranjeros de ciertos países que inexplicablemente tienen condiciones más favorables que los nacionales.

La OCDE expone que el sistema de transferencias de esta dividida «nación de naciones», pues no es lo mismo ser pobre en el País Vasco, que en Extremadura o Baleares, es la cuarta más recesiva entre las otras más ricas del planeta. De hecho, el mal trato fiscal que sufrimos es una de las principales causas de ello.

Los hogares más pobres de España apenas alcanzan el 12% del total de las transferencias del Estado, mientras que los más ricos las triplican.