Vidas rotas por agresión sexual, ¿víctimas de otras «víctimas»?

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La deseabilidad social provoca que en la sociedad aparezcan modas, creencias o ideas más o menos generalizadas en las que muchos tienen que aparentar estar de acuerdo, sólo para poder sobrevivir, muchas veces, a una hipocresía social. La historia está llena de ejemplos.

Tanto esfuerzo invertido en educar, muchísimos más del que recibí yo personalmente en mi juventud, para que las agresiones sexuales sean cada vez más precoces….

Hablo de ataques sexuales cometidos por «niños» de 14 años o menos.

Francamente, cuando yo tenía 14 años, empecé a trabajar a la vez que estudiaba y era totalmente consecuente con la responsabilidad de mis actos… cuando cometía un error, en aquellos tiempos, a menudo, el castigo no sólo era rápido y contundente, sino que era, según los valores de la época, proporcional al error, pero, ¿qué carajo ha pasado en nuestra sociedad actual?

Se lo diré, si usted trata a alguien como un imbécil, acaba haciendo imbecilidades, los mismo ocurre si trata a un preadulto de 14 años como a un niño, acaba haciendo «travesuras».

Los Fiscales advierten de una «alarmante incremento» en las agresiones cometidas por menores.

Y resulta que son inimputables.

La Fiscalía General del Estado, expone, que en los últimos cinco años, las agresiones sexuales cometidas por menores en España se dispararon un 116%.

Dicen que el origen de esta oleada de violaciones se encuentra en la carencia de una adecuada educación sexual y, como no, al cajón desastre de la pornografía en internet.

Los casos se multiplican por toda la geografía española… y la mayoría de los medios de comunicación lo tapan todo lo que pueden.

Veamos, en las estadísticas reales los datos brutales a los que se está llegando no están ni figuran por ninguna parte porque: «Cuando se aplica la inimputabilidad de un menor es porque el Legislador entiende que dicho sujeto no está en capacidad de entender la naturaleza de su acto o de determinar su conducta a causa de su inmadurez psicológica y, por lo tanto, no se les puede atribuir ninguna responsabilidad penal, ni las sanciones que de ella se derivan», esto hace que no existan datos sobre cuántos de estos menores han cometido agresiones o crímenes de sangre realmente.

Es decir, lo que sabemos es sólo la punta del iceberg.

Lluís Ballester Brage, Doctor en Psicología y Filosofía, comentaba en una reciente entrevista de Miriam Cos, para el diario 20minutos: «no es una casualidad que aumenten las agresiones sexuales, desde hace años estamos avisando del impacto de los estímulos que ofrece la pornografía a adolescentes». Ballester cree que «esa influencia no se ve compensada por una educación emocional, afectiva o sexual ni en las familias, ni en los centros educativos. No la estamos ofreciendo ni con la calidad necesaria, ni el tiempo que se requiere». El Doctor asegura que «la cultura de pantallas ofrece, junto a la pornografía, otras influencias que tampoco ayudan a evitar la agresividad sexual».

Pero claro, la pregunta es ¿dispone la sociedad de los medios suficientes para hacer las cosas bien a este nivel en un país que invierte gran parte de sus atenciones en el fútbol y, por hablar de algo realmente importante, tiene una deuda externa impagable así como unos gestores políticos, a menudo, muy incompetentes? ¿sirve de algo advertir y solicitar que se haga lo correcto cuando ni saben, ni pueden y muchos ni quieren?

1 de cada 4 niños en España está condenado a la pobreza y exclusión social, el 43% de las familias monoparentales en la misma situación…

Es más, no hay dinero ni para garantizar las pensiones a corto plazo sin incrementar la deuda… entonces, mientras, ¿habrá que hacer algo verdad?

En Europa, expone Mariam Cos: democracias más avanzadas que la nuestra como Francia, se juzga a partir de los 13 años; en Holanda de los 12 y en Suiza, (que nos daríamos con un canto en los dientes por tener su nivel de democracia, cohesión social y participación ciudadana) se pueden castigar a los menores desde los 7 años.

A lo mejor, si no hay más medios, tenemos que volver al conductismo más radical: «si la haces la pagas» como modelo educativo de urgencias… derechos si cumples tus deberes y si no, correccional.

Es verdad que endurecer las penas o bajar la edad penal no parece, según los estudios sociológicos, tener efecto positivo en estos jóvenes pues lo que se consigue es reforzar aún más el rol de criminal…

Pero una cosa es lo ideal, y otra cosa muy distinta lo que realmente se puede hacer… sino, cierre los ojos e imagine a su hijo o hija siendo violada, abusada, golpeada, herida o incluso asesinada salvajemente por una jauría de «niños mal educados», «víctimas» de una sociedad que les ha modelado la mente con la carencia de llevar a la práctica auténticos valores morales y cívicos… Usted lo sabe, sólo hay una manera de tener esos valores, es actuando con ellos en nuestro día a día, siendo primero los adultos ejemplos de ello.

¿Es usted un ejemplo?

¿Sí?

Entonces actúe así a nivel de su perímetro social porque ahí, junto a usted, hay un joven que le necesita.

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