EMDR: Una nueva forma de psicoterapia

¿En qué consiste la Psicoterapia?

Muchas personas piensan que la psicoterapia consiste en hablar. Esta es la imagen que nos presentan películas y series de televisión que se basa, sobre todo, en el modelo del psicoanálisis. En otros casos del terapeuta se asocia a la de un profesional que da consejos. Por eso, las personas que ya hablan de los que les pasa y se aconsejan con sus conocidos, que son conscientes de lo que les vendría bien para mejorar, a menudo son reacios a ir a terapia porque piensan que no les aportará nada nuevo.
En cualquier caso, una psicoterapia de calidad y especifica no es ir únicamente a hablar o escuchar consejos. La psicoterapia es un proceso en el que nos damos cuenta de más cosas, nos desbloqueamos, descubrimos cosas sobre nosotros mismos, nos encontramos mejor con quienes somos y con nuestras vidas. El terapeuta simplemente nos ayuda cuando no estamos encontrando la salidas constructivas. Sin embargo no nos da soluciones, ni toma decisiones por nosotros. Simplemente nos ayuda a encontrar y encauzar nuestros propios recursos.

¿En qué consiste la terapia EMDR?

Cada psicoterapia tiene su propia visión del ser humano, la enfermedad y la salud. Desde la perspectiva de EMDR, los problemas psicológicos se generan en experiencias no asimiladas. Todos hemos pasado por momentos duros, y en general no necesitamos psicoterapia para volver a sentirnos bien y recuperar nuestra vida normal. Algunas experiencias son más difíciles pero nos acordamos de otras situaciones que ya superamos, hablamos con nuestros allegados, tratamos de cuidarnos, pasa el tiempo… y todo esto nos va ayudando a asimilar y superar esta experiencia.

Como en la mayoría de casos la vida debe de seguir adelante, muchas veces estos sucesos pueden quedar almacenados en la memoria, aunque hayamos dejado de pensar en ellos o de darle vueltas al tema. Un tiempo después (pueden ser años) puede haber un desencadenante, a veces insignificante, que dispare de nuevo todos esos recuerdos, emociones o sensaciones físicas. Podemos ver la conexión entre ambas cosas, o no ser conscientes en absoluto de ello.

¿Cómo funciona el EMDR?

El trabajo del EMDR es activar el sistema innato de procesamiento de la información del cerebro , esto es, la autocuración que nuestra mente tiene. El paciente y el terapeuta localizan las experiencias clave que se conectan con el problema actual, accederán a estos mediante los recuerdos, creencias, emociones.
Se usan muchos elementos, pero uno de los mas frecuentes es el (Eye Movement Desensitization and Procesing ) o movimiento ocular descubierto por una psicóloga estadounidense Francine Shapiro.

La psicóloga Laura Agüero Gento.

«El EMDR siempre está orientado a resolver los problemas actuales del paciente, lo que le preocupa. Hay problemas antiguos que como decíamos, quedan resueltos porque nuestro sistema procesa la mayor parte de las experiencias, sólo muy pocas veces se bloque. Sin embargo, para estar seguros de que una experiencia está completamente superada, en EMDR siempre hacemos la misma comprobación:

Pensamos en una de esas situaciones que creemos que están superadas.
Parémonos a pensar con detenimiento en ella, recreemos esos momentos durante al menos un minuto, recordando como fueron, que significaron, qué nos hicieron sentir. Prestémosle atención, mientras lo hacemos, a nuestros pensamientos, a nuestras emociones, a lo que notamos en el cuerpo.»

¿En que casos funciona mejor?

Si una persona no quiere tomar contacto con sus emociones, su historia o sus problemas, estará poco dispuesta a trabajar con este método. Algunas personas, para sobrellevar las dificultades, han recurrido evitar lo que les crea ansiedad o les produce determinadas emociones. A veces están a la defensiva con los demás les cuesta dejarse ayudar. Estos pacientes necesitan un trabajo de preparación antes de estar en condiciones de entender el origen de sus problemas y trabajar con sus recuerdos con los procedimientos del EMDR.