Educar en la Interculturalidad
En España , en 2022 la población extranjera supone casi un 12% del total. Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que también señala cómo las personas migrantes suponen un elemento de transformación social y demográfica en el país.
En el periódico digital .eldiario.es señala que la interculturalidad, es una la asignatura pendiente . Entendida como el proceso de enriquecimiento derivado de la diversidad de culturas, se “está dejando atrás” en ámbitos tan importantes como la educación y la sanidad.
La formación intercultural juega un papel importante. Supone ir más allá de la simple integración una especie de amalgama donde todo el mundo convive pero donde no se atienden las necesidades culturales de nadie y no se interrelaciona.
La educación intercultural busca que se conozcan diferentes culturas
La educación intercultural busca que los alumnos conozcan y reconozcan las diferentes culturas, respetando sus creencias, valores y costumbres. Algo que contribuye al fomento de la convivencia en el aula desde los valores del respeto, la igualdad, la libertad y la tolerancia. Si esta máxima se diese en los centros escolares resultaría más fácil extrapolar sus resultados al resto de la sociedad. Para conseguirlo, entran en juego diferentes factores, entre los cuales está la necesidad de poder promover la educación intercultural de forma transversal y desde una edad temprana.
La realidad de las aulas no se entiende ya sin aulas donde convergen niños y niñas de diferentes países y culturas. Esto requiere una respuesta educativa en cuanto a establecer una nueva organización de las aulas, y de la colaboración e implicación de profesores e incluso, de las familias.
El centro escolar debe ser entendido en este sentido como una oportunidad de desarrollar una educación intercultural para que los niños y niñas interioricen el respeto hacia otras culturas, favorecer la solidaridad con sus compañeros o compañeras y construir un clima de aprendizaje donde la igualdad y la admisión de las diferencias personales o sociales sean los pilares fundamentales. ¿Pero realmente entendemos estos parámetros?
Debemos entenderla como una oportunidad de mejorar la convivencia entre diferentes culturas y una ocasión para los profesores de adquirir unas competencias profesionales fundamentales en una aula cada vez más diversificada.
Desde una edad temprana, se podrá promover la educación intercultural siempre y cuando se tengan en cuenta los siguientes factores
Reconocer la procedencia del alumno y poner en valor su identidad y su cultura.
Mantener relaciones horizontales entre los alumnos mediante el diálogo horizontal y la ausencia de rangos y jerarquías entre culturas.
Sostener una actitud comprensiva y empática con respecto a las aportaciones de los compañeros del aula.
Tener presente que el respeto es la premisa básica para vivir en sociedad, y más si ésta es plural. Que no compartamos o comprendamos algo: una idea, una vestimenta, una costumbre… no nos autoriza a despreciarla.
Explicar a nuestros hijos/as que todas las costumbres están enmarcadas en el contexto histórico e ideológico en el que surgieron. Multitud de factores condicionan el surgimiento y evolución de una costumbre. No hay que olvidar que aunque en el momento actual parezca no tener sentido sí hubo un tiempo en que lo tuvo. Como ejemplo podemos recordar que nuestra tradición de comer doce uvas en Nochevieja se hizo popular en 1909 como recurso para comercializar el excedente de producción de ese año.
Enseñarles a situarse en el lugar del otro. Para comprender a una persona, todos sabemos que hay que situarnos en su realidad, lo mismo tenemos que hacer cuando queremos comprender una cultura: informar a nuestros hijos/as sobre su historia, los avatares de sus gentes, los principios que la sustentan, cómo son sus tierras, sus recursos… les ayudará a comprenderla y a situarla en su momento actual.
Evaluar el sentido de nuestras costumbres. Asumimos las costumbres que se nos inculcan en la niñez sin ningún cuestionamiento, las consideramos naturales. Sin embargo las costumbres ajenas nos parecen, en ocasiones, grotescas y disparatadas, fácilmente criticables. Pero… ¿nos planteamos el sentido de las nuestras y qué les parecerán a personas de otras culturas? Enseñarle al niño/a a preguntarse el porqué de las cosas, a mirar con sus propios criterios la realidad, es un sano ejercicio, formarse ideas propias es signo de reflexión e inteligencia.
La actitud del docente
La actitud positiva del docente; son los verdaderos guías de la clase, los encargados de organizar a los alumnos, de programar las estrategias, de moderar, de ayudar a la regulación de los conflictos y de preparar un motivador y acogedor ambiente de clase.
Este sea quizás, el detalle más inquietante que encontramos en nuestras aulas, porque tal como andamos y cómo están los chavales es imposible dar una respuesta a esa necesidad que aboga la sociedad de ser cada vez más diversa.
Somos diversos, pero también somos prófugos en una sociedad que maquilla sus datos en salud mental, en su economía, y en las relaciones de sus ciudadanos.
Aspectos como la Paz, la solidaridad, el respeto, la concienciación son elementos que en el aula, tal como se desarrollan en la actualidad, se hace difícil introducirlos a no ser que tengamos en cuenta lo siguiente:
-Introducción de los contenidos interculturales y para la paz incorporándolos en las unidades didácticas y adaptados a las diferentes áreas curriculares. Cosa que no se hace a no ser que toque (los famosos día D que no me gustan)
-Actividades para las relaciones grupales: dinámicas de autoestima, conocimiento, comunicación y escucha activa. Para comenzar a hablar de tolerancia y respeto, es necesario fomentar el respeto por uno mismo y el saber escuchar, dialogar y comunicarse con los demás
-El uso de estrategias sociomorales y estrategias sociafectivas en la educación en valores. El objetivo de las primeras es que los alumnos tomen conciencia de sus propios valores, para reflexionar y profundizar en ellos. Como ejemplos: Clarificación de Valores, Dilemas Morales, Resolución de Conflictos o Lectura de Imágenes. El planteamiento de las estrategias socioafectivas es el de considerar que para provocar un cambio de actitudes en los alumnos, es necesario que éstos “vivan y sientan” situaciones de discriminación, situándose en el lugar del otro.
Hablar de experiencias reales
Los conflictos de clase podrían utilizarse en este fin, no solo buscar la comprensión desde fuera. Las charlas sobre cibera coso, violencia de género están bien, pero podríamos en la medida que sea posible, hablar de experiencias reales de personas o alumnos cercanos.
La escuela de padres, tan bien vista en los documentos y en la legislación, pero no así en los colegios e institutos. Conocer la realidad del aula, es conocer la realidad en la familia. Las reuniones deberían convertirse en convivencias, y abrir las puertas del centro para que pudiera ver una mayor comunicación.
Algunas actividades que ayudan a asimilar estos conceptos
-Dinámicas de grupo.
-Técnicas de role-playing.
-Ejercicios de comunicación y escucha activa.
-Planteamiento de situaciones que requieren resolución de conflictos.
-Debates y dilemas morales.
Las actividades para trabajar la interculturalidad en la etapa de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) deben ser dinámicas y amenas, y poner el foco de atención en trabajar el respeto a la diversidad cultural y a la integración de los menores extranjeros dentro del aula. Se pueden llevar a cabo las siguientes actividades
-Analizar titulares de prensa.
-Club de lectura.
-Olimpiadas interculturales.
-Cine-fórum.
-Publicación en redes sociales
En el papel todo es posible, todo es sencillo, pero la realidad, es distinta, pero también un foco de pequeñas cosas que pueden ser utilizadas, para responder mejor y mayormente, a ese deseo de convertir nuestras aulas en un pequeño espacio común y de intercambio social, educativo, cultural y dinámico.
La cuestión es: ¿Queremos hacerlo? ¿Tenemos recursos? El pez que se muerde la cola. No es fácil ponerse a ello, pero estoy segura que imposible tampoco.
Intentémoslo.