Hace muchos años, corrían los 80, mi casa estaba rodeada de campo, con lo cual la proliferación de ratas por los alrededores era un quebradero de cabeza para mi padre.

Una de las cosas que me enseñó es que una rata acorralada, ataca, se defiende, muerde…

En similar posición se encuentra el presidente de la Unión Soviética -perdón de Rusia-, está totalmente acorralado, no puede ir hacia adelante, ni retroceder hacia atrás.

Según los servicios de información estadounidenses, se halla en un estado mental que roza la locura, bajo un gran stress. Y es que el neo-zar ruso creía poder someter a Ucrania en 2 días, y no contaba con que la Unión Europea reaccionase de forma unánime, tener de frente a la OTAN y ser abandonando por sus aliados tradicionales como pueden ser Venezuela o China.

Pero, sobre todo, los puntos sin retorno han sido dos:

Primero, la imagen dada por el ejército ruso, una imagen tanto táctica como estratégica deplorable, donde algunos de sus responsables deberán dar cuentas al tribunal internacional de crímenes de guerra en Holanda, por los bombardeos a los que están sometiendo a poblaciones civiles de las ciudades de Mariupol y Jarkiv, una imagen donde unos agricultores les roban camiones llenos de munición y armamento pesado, así como todo tipo de vehículos incluidos los blindados. Donde se ve a un ejército que no tiene logística ni preparación y que por supuesto no representa ninguna amenaza seria para la OTAN.

Hace unos días el perro de presa de Putin, su ministro de asuntos exteriores Eugeni Lavrov, insinuó que Rusia haría uso de su armamento nuclear si se veía amenazada, declaraciones desmentidas por personal militar de alta graduación de las propias fuerzas armadas soviéticas –perdón rusas-, y es que los estudios y análisis de la OTAN y de los Estados Unidos, dicen que ante una escalada nuclear, un ataque preventivo de misiles de crucero estadounidenses, son unos 3500 misiles, un ataque convencional, descabezaría el 95% al 100% de la fuerza de ataque nuclear estratégica rusa. Es decir, ya no representa una amenaza de destruir al mundo. Aunque podría hacer mucho daño si llega a pasar algún misil hacia alguna ciudad o población de Europa o Estados Unidos.

Y segundo, el daño económico y político creado a Rusia, es un país sin oposición política, la cual debe emerger y configurarse como una opción democrática y viable, para que la destrozada economía rusa, pueda convertirse una nueva economía europea de primer nivel, todo esto a muy largo plazo.

Putin lo sabe, anoche a través de su perro de presa Lavrov, indicó que podían cesar el fuego de manera inmediata a cambio de Crimea y el Donbas, ya se ha olvidado de liquidar a su enemigo Zelensky, y es que el tiempo se le acaba a Putin, su ejército está luchando con equipos del los años 60 que caen ante los guerrilleros ucranianos, a su economía le quedan 15 días de marcha antes del default económico que se prevé, es decir, Rusia no podrá importar bienes en el extranjero, ya sea por el embargo de las demás naciones, ya sea porqué no podrá pagar al no tener divisas ni bancos capaces de pagar al ser eliminados del sistema SWIFT, eso sin tener en cuenta que Europa está entrando en primavera, subirán las temperaturas y cada vez dependeremos menos del gas ruso.

El tiempo se acaba tic tac, y la rata puede salir hacia adelante mordiendo, o puede quedarse quieta, donde un golpe palaciego acabará con ella, queda muy poco, el tiempo nos lo dirá.

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