Cuando la mano que tenía que ayudarte te daña en el intento…

Si el maltratador es el que debe velar para que no haya maltrato se convierte en el mayor maltratador, pues, salvo una nueva Revolución Francesa o Bolchevique, casi nunca nadie puede hacer nada para cambiar la situación.
El maltrato institucional es cualquier legislación, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos o bien derivada de la actuación individual de los profesionales que comporte abuso, negligencia, detrimento de la salud, la seguridad, el estado emocional, el bienestar físico en los siguientes sectores: ámbito sanitario, justicia, educación, servicios sociales, asociaciones para la prevención del maltrato, ONGs y de los sistemas políticos, públicos y/o sociales en general.
Para que el maltrato institucional perdure es preciso una enorme cohorte de cómplices sí, la mayoría gente de a pie como usted lo son, así como muchos trabajadores privados y funcionarios de instituciones sociales que, en muchos casos, ellos mismos sustentan una estructura que les garantiza su bienestar a pesar del malestar de otros, ya saben, el famoso corporativismo de «es uno de los nuestros».
Pero en toda esta situación tienen especial responsabilidad los cargos públicos y una parte significativa de los funcionarios, que trabajan, incluso mucho, pero no mueven, la mayoría, un solo dedo para cambiar aquello que no funciona dentro de la administración en la que están sumergidos, no sea cosa, que le pase lo mismo que a los pocos que lo han intentando: ser maltratados por sus superiores y compañeros. Pero esa es la clave, sólo lo intentan unos pocos para sobrevivir a un sistema corporativista y pernicioso.
Ojo, casi nadie se salva, en diferente grado e implicación, la mayoría de nosotros prostituimos, en algún momento, nuestra ética y moral a cambio de un mísero sueldo, favor o sensación de seguridad ante un poder coercitivo que nos señale. También, a menudo, somos maltratados y maltratadores a la vez.
Si revisan las hemerotecas quedarán aterrorizados… Nuestro país está plagado de ejemplos de maltrato institucional, especialmente en residencias de ancianos, centros tutelados, colegios, institutos y hospitales.
Solo trato de recordarles quienes somos realmente, por lo que hacemos activamente en detrimento del bienestar de los demás o por lo pasivos que seamos ante el maltrato, ya sé que en nuestro muro de Facebook todos somos cojonudos, pero ustedes y yo sabemos que no tanto ¿verdad?
Tal vez un acto de valentía ante la injusticia en el día a día otorgue mayor dignidad al sentido de nuestras mediocres vidas.
Mas información y ejemplos de maltrato institucional en:
https://elpais.com/noticias/maltrato-ancianos/https://www.lavanguardia.com/opinion/20220310/8112401/proteccion-infancia-menores-burocracia.htmlhttps://www.consalud.es/especial-mir/miedo-mir-denunciar-abusos-hospitales-cara-significa-represalias_104188_102.htmlhttps://www.20minutos.es/noticia/2353209/0/espana/malos-tratos-policia/tortura/https://www.20minutos.es/noticia/4679487/0/el-acoso-escolar-en-espana-uno-de-cada-5-ninos-lo-sufren-y-solo-el-30-declara-haber-recibido-ayuda-del-colegio/

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