Myanmar: es urgente proteger a la infancia ante la intensificación del conflicto

 
Declaraciones de Ted Chaiban, director ejecutivo adjunto de UNICEF

"La crisis humanitaria en Myanmar ha llegado a un punto crítico, con la intensificación del conflicto y los fenómenos climáticos extremos poniendo a niños, niñas y familias en un riesgo sin precedentes. Más de 3,4 millones de personas han sido desplazadas en todo el país, y casi el 40 % de ellas son niños y niñas.

Durante mi visita a las zonas afectadas por el conflicto, fui testigo directo del devastador impacto en los niños y las niñas, exacerbado por la violencia constante y los fenómenos climáticos, como el tifón Yagi, que causó inundaciones que afectaron a más de un millón de personas recientemente. Las historias que me contaron las familias son desgarradoras, los niños y niñas no tienen acceso a servicios esenciales como sanidad y educación, y sufren los efectos de la violencia y el desplazamiento.

Me explicaron que el 15 de noviembre un ataque alcanzó el recinto de una iglesia de Kachin donde había niños jugando al fútbol, matando a siete de ellos y a otros dos civiles. Visité Kachin y pude comprobar de primera mano lo vulnerables que son los civiles en las zonas afectadas por conflictos, así como la necesidad urgente de defender el derecho internacional humanitario para protegerlos de ataques tan brutales.

Sólo este año, al menos 650 niñas y niños han sido asesinados o han quedado mutilados a causa de la violencia. Los niños y las niñas también representan el 32% de las más de 1.000 víctimas civiles de minas terrestres y restos explosivos de guerra. El creciente uso de armas en zonas civiles, incluidos los ataques aéreos y las minas terrestres contra hogares, hospitales y escuelas, ha restringido gravemente los ya limitados espacios seguros para los niños. La situación es desesperada.

También me reuní con las partes involucradas en el conflicto, subrayando la necesidad de que todos garanticen un acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda, especialmente para los niños y las familias vulnerables en las zonas de conflicto. Esto implica eliminar las barreras administrativas, asegurar estándares mínimos de operación y proteger a los niños para que no se violen sus derechos. Es fundamental que se respete el derecho internacional humanitario, con un enfoque en la protección de los civiles y la infraestructura civil —incluidas escuelas y hospitales—, y en garantizar un paso seguro para quienes huyen de la violencia.

El acceso sigue estando limitado por el conflicto armado en curso, la inseguridad, los impedimentos burocráticos y la falta de telecomunicaciones y de equipos de protección personal. A pesar de estos inmensos desafíos, UNICEF y sus aliados humanitarios están trabajando incansablemente para prestar servicios esenciales como salud, nutrición y educación, especialmente en las zonas de primera línea y de difícil acceso. Sin embargo, nuestro trabajo se ve gravemente obstaculizado por la escasez de financiación: se ha cubierto menos del 25% de nuestro llamamiento humanitario para 2024, mientras que las necesidades de los niños, las niñas y sus familias siguen creciendo.

El compromiso de UNICEF de defender los derechos de los niños y las niñas sigue siendo firme. Instamos a todas las partes en el conflicto a que prioricen la protección de la infancia y garanticen el acceso humanitario seguro, a tiempo y sin trabas. UNICEF seguirá poniendo de relieve las crecientes necesidades de los niños y las niñas, y pidiendo un mayor compromiso internacional para apoyarles a ellos y a sus familias. Hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que aumente su apoyo con financiación, incidencia y solidaridad, para evitar más sufrimiento. El coste de la inacción es demasiado alto: los niños y las niñas de Myanmar no pueden permitirse esperar”.

Para colaborar con el trabajo de UNICEF en emergencias como la de Myanmar: www.unicef.es/donacion-fondo-de-emergencias 

✍ Redacción